viernes, 4 de abril de 2014

Inefables

Empecé a engancharme a este autor por sus historias cotidianas, la narración íntima y naïf de su día a día que publicó Sins Entido en la colección "Las pequeñeces de Lewis Trondheim".
Me gustó cómo relataba su día a día, sus pensamientos e impresiones ante cualquier circunstancia.


Después descubrí a Bludzee, un gatito negro (claro, aquí terminó de atraparme) que se enfrenta a la desaparición de su humano y la aparición de los más diversos monstruos. Son historias más violentas de lo que suelen gustarme (sobre todo si incluyen gatos), pero disfruté mucho con los 2 tomos.

Y no hace mucho me topé con "Génesis apocalípticos" (aún en pila) e "Inefables". Son dos de los cómics que más baratos me han salido (suelen ser caros), no llegó a los 4 € cada uno. Vale que incluyen pocas páginas, pero cada una es oro.

"Inefables" consta de 30 páginas, con una historia diferente en cada una, relatos breves, pero preciosos, asombrosos, tremendos. He disfrutado y saboreado cada uno de ellos. He tardado más en su lectura que en, quizá, un tomo de 100 páginas, pero cada historia merece ser saboreada lentamente, disfrutada, y darle su tiempo a la mente para que la procese.

Absolutamente recomendable.

miércoles, 2 de abril de 2014

La soledad de las parejas

Geniales relatos, genialmente relatados.

No todos, como podría sugerir el título, hablan sobre parejas, aunque sí es el hilo conductor, algo que tienen en común la mayoría de ellos.
Por ejemplo, en "Vestir al desnudo" no hay en la trama principal ninguna pareja como tal, sino una abuela y su nieto invidente.

En los demás, todos en el mismo marco histórico, sí hay más referencias a las parejas (matrimonios en su mayoría), a la galantería (se echa de menos en estos tiempos tan "avanzados"), a la dependencia económica y social de la mujer y al racismo.
El primer relato de esta recopilación, "Arreglo en blanco y negro" es una irónica y divertida historia sobre la "tolerancia" de una mujer blanca hacia los negros, reflejada en su admiración por un artista negro. Su conversación con el anfitrión de una fiesta en honor de este artista acerca de éste y su color y lo poco que le importa, así como el breve diálogo que mantiene con él, son desternillantes. Y la última frase, genial: "¡Oh, cuando le cuente a Burton que lo he llamado "señor"!".

En definitiva, muy recomendable, como todo lo que he leído hasta el momento de Dorothy Parker.

Pyongyang



Desde hace un tiempo, cuando leo algún titular sobre las amenazas de Corea del Norte me inquieto bastante.

Así que, cuando vi este cómic, pensé que podría ayudarme a comprender mejor la situación y relativizar, y así ha sido.


Guy Delisle cuenta cómo pasó allí 3 semanas por trabajo (tras pedir permisos, enseñar toooodo lo que llevaba en el equipaje y estudiarse las listas de "recomendaciones"), y lo que vio.

Desde "voluntarios" que limpian las calles y carreteras hasta el silencio, no se sabe si respetuoso o por terror, hacia ciertos temas. Los boletines y discursos radiados, la única música que se podía escuchar, la decoración del hotel, las zonas que podía visitar sólo si iba acompañado de un "guía"...

La situación política internacional no me ha quedado mucho más clara después de la lectura, pero sí el carácter, la intención en el interior del país, y eso ayuda a comprender el por qué de algunas amenazas. No tranquiliza, porque desde luego el respeto por las opiniones y formas de vida "ajenas" no están en la cima de sus prioridades, pero sí se comprende mejor cómo se vive allí, cómo han organizado todo un país uniformado.
En cierto momento, el autor cuenta cómo presta un libro a su guía (que le dejan pasar probablemente por ignorancia), "1.984", y cómo el guía se lo devuelve al poco tiempo "porque la Ciencia Ficción no es un género que le guste".

Cuando se vive en un país así quizá lo más cómodo, o mejor dicho lo más seguro, sea no pensar, no plantearse el por qué, y limitarse a sobrevivir lo mejor posible, aunque eso implique apoyar el régimen que gobierna. Pero se debe sentir mucho miedo cuando una idea, aunque no sea expresada, despierta en tu cabeza y te hace plantearte cuestiones concretas...