jueves, 28 de julio de 2011

50 cosas que no soporto de mi marido

No esperaba un novelón, ni siquiera un libro medianamente interesante. 
Cuando compré este libro, lo hice para mi pila "b" y con la única esperanza de que fuera mínimamente divertido, irónico. 

Pero es un mojón (que diría mi marido) como un piano.

A parte de los topicazos (que bien explotados pueden dar algo de juego, pero que aquí no son bien explotados) y una clasificación que se ha sacado de la manga, pero sin ningún esfuerzo (culpa de su madre, de la sociedad, alarde de macho, mi culpa...), nos habla de matrimonios de hace la pera de años... Con otras circunstancias, otra mentalidad...

Y encima pide que se le escriba con ideas para próximas ediciones... 
¡¡Tía, cúrratelo un poco, joder!! 

Que no pones ningún interés al escribir tus libros (el único interés evidente es el de hinchar tus bolsillos diciendo tonterías, no esforzándote ni por presentarlas de forma mínimamente original y gracias a tontainas como yo), lo dejaste claro ya en mi anterior error de compra, "Cómo ahorrar sin perder la cabeza...". No sé cómo volví a caer, creo que es que no me di cuenta de que era la misma autora... 

Pero lo tristemente cierto es que la mejor manera de ahorrar sin perder la cabeza es no tirar el dinero en libros gilipollescos como éstos, que no sólo no me hacen reír, es que me ponen de una leche...

Ah, y aquí va una idea de cosa nº 51 que no soporto de mi marido: que se ría de mí por comprar y leer estos timos, y que para colmo tenga razón.

lunes, 25 de julio de 2011

¡Zas!

Genial.

Uno de los libros de la saga de la Guardia que más me ha gustado (aunque no es el único en esta categoría -no precisamente mi favorita-, maldita debilidad).

Me encanta la visión sobre la política que refleja en este libro en concreto: tan separada de la realidad como la que tenemos ahora mismo fuera de Mundodisco (¿o siempre ha sido así?).

No he podido dejar de pensar en el Guernica durante toda la lectura: no sólo por el cuadro en sí (que sí), probablemente por el autor del cuadro también en cierto modo, sino por los odios absurdos heredados durante generaciones (curiosa herencia, preferiría un ático en la Gran Vía, la verdad) y la peculiar forma de tomárselos de cada cual, que suele desembocar en odio irracional y violencia sinsentido. Muchos "represaliantes" de nuestra Guerra Civil podrían leer (con la mente abierta) este libro y sacar interesantes y edificantes conclusiones. Y el colmo sería una posterior visita en grupo(s) a su Valle de...l Koom. Pero están muy ocupados odiando. 

Aparecen en estas páginas muchos interesantes personajes de Mundodisco, la mayoría un mero cameo, no se podía eternizar la obra, pero suficiente para dar la sensación de que con esta novela unifica muchas creaciones anteriores. Y no sólo de Mundodisco.

Pratchett va demostrando su crecimiento como autor (maravilloso autor, pero siempre hay cosas que perfeccionar) en los inicios de sus libros. En mi opinión, en sus primeros libros los inicios eran densos, los "cuerpos" geniales, y los finales flojos. Pulió los finales, y últimamente los borda. Y creo que los inicios también le quedan ya "en su punto". Afortunadamente mantiene la calidad de los cuerpos.


Lo malo de intentar comentar "¡Zas!" es que hay demasiados spoilers, y los pies de plomo hacen que parezca que escribo (más) raro. Sólo añadiré algunas pinceladas:

  • El cameo de la Cosa es genial.





  • Y... me encantaría conseguir un ejemplar de:


...porque es bueno recordar que algunas cosas son importantes...
También me pido una Gamberry.

PD: Echo de menos a las brujas.

jueves, 21 de julio de 2011

Lenore

Muy, muy tétrico (curioso: ¿quién lo hubiera dicho?), pero muy divertido.

El personaje de Lenore, la muertecita viviente da para mucho, y parece que saben sacarle partido (iba a decir "el jugo", pero eso sí que hubiera sido macabro).

Las comparaciones son odiosas, y más a este nivel, pero sigue siendo superado en mi escala particular por "La siniestra Susie y otras historias para gente rara", aunque hay que distinguir entre campos: ésto es gráfico, y Susie y cía. son relatos cortos. Y geniales.

De todas formas, ha sido más que suficiente para que quiera más dosis de Roman Dirge: ya tengo echado el ojo a Lenore 2 y a El gato con la cabeza enorme y otras historias no tan buenas (qué raro, yo leyendo algo sobre gatos). 

De la galería de artistas invitados en este número, genial Thonen V.

sábado, 16 de julio de 2011

Todo va muy bien

Inculta de mí, no conocía a Cesc. Como casi todo el mundo, según he podido comprobar al hacer algunas búsquedas en google, cuando me decían Cesc recordaba la camiseta de la selección. Poco más.
 


Las viñetas me han gustado, pero me ha parecido tristemente tétrico que muchas de ellas sean aplicables a la actualidad, a pesar del tiempo transcurrido y las diferencias políticas y sociales que teóricamente hay entre la realidad que intentaban reflejar y criticar estos dibujos, y la de hoy. Algunas de ellas se podrían colar en algunos periódicos sin que se notara que hablaban de "otra realidad". Y sin que muchos las reconociéramos siquiera.

Tras leer las explicaciones, me ha dejado epatada saber que la que titulé mentalmente "pensapol" fuera en su día censurada. 
Es curioso que la vanidosa censura omitiera un retrato tan bueno:



viernes, 15 de julio de 2011

El planeta de los árboles de Navidad

Cuando, hace unos meses, vi en la Fnac este tocho, recopilatorio de Gianni Rodari, no podía creérmelo.
Después de quedar tocada de por vida con "Cuentos por teléfono" (también incluido en "Libro de la fantasía"), tener a mi alcance tanto Gianni Rodari era un sueño.
Y aún no le tocaba en la pila... pero entre que el último leído era "El maestro de esgrima" y el siguiente (oficialmente) era "20 años después", y ya iba a ser mucha espada... y que estaba pendiente de recibir en breve (que se ha alargado más de lo esperado) "¡Zas!", y necesitaba algo para no dejar a Monsieur Dumas (¿estoy escribiendo una gran paletada?) a medio leer... y que, qué narices, me apetecía mucho meterle mano, pues era el candidato perfecto... y a por él que me fui.

El primer libro incluido en este volumen era el mencionado, leído y releído "Cuentos por teléfono", así que empecé por el siguiente, sin saber si me enfrentaba también a cuentos o a qué...
"El planeta de los árboles de Navidad" es una novela juvenil, pero una fantástica lectura para adultos... En una historia de ciencia ficción, con viajes interplanetarios incluidos, el autor inserta una interesante e "inocente" crítica a gran parte de la cultura occidental, el consumismo, la mala educación, la fuerza de voluntad y forma de ser (en general)... Habla de la rabia, de la envidia, de la incomprensión, del tener demasiado de todo, de la desconsideración... Es una divertida y entretenida lectura (además, como los capítulos son muy cortitos, se consumen como pipas) aparentemente ligera, pero que enciende cierta parte de la conciencia y la auto-crítica que generalmente tenemos en modo ahorro de energía... y viene muy bien desempolvar.

Ahora ya estoy con "¡Zas!" y después cogeré (con ansias) "20 años después", pero no tardaré en seguir dando buena cuenta del "Libro de la fantasía".

sábado, 9 de julio de 2011

Christina Rosenvinge

Ayer estuvimos viendo a Chrisina Rosenvinge, en un concierto que dio en el Teatro Cervantes dentro del festival Terral 2011. 

¡Y fue una pasada!


Yo creí que sólo iba a tocar canciones de "La joven Dolores", pero también metió varias de "Tu labio superior" y alguna de "Verano fatal", hasta cantó alguna de las que tocó con Los Subterráneos... y, atención, por primera vez en 21 años, volvió a cantar la mítica:


Todo porque para ella también era un día especial: su hija, de 7 años, la estaba viendo por primera vez tocar en directo.

Quizá por eso fue tan mágico, se lució tanto y hubo todo el rato esa sensación de "día especial". Para mí fue increíble escuchar en directo, y casi a capella, una de mis canciones favoritas de siempre:



Decir que esta tía es un fenómeno, un puñetero genio musical, que controla instrumentos, melodías, voces... es soltar una obviedad, pero es cierto que hace una música "sólo para quien le guste esto", un concierto entero de este tipo de música para alguien con otros gustos muy diferentes puede ser tortuoso... como nos dijeron que fue para la cronista del "Málaga hoy", que se tuvo que salir del teatro. Hay que ver.
Si hasta Dani lo disfrutó un poco... bueno, hasta que cantó una canción en catalán. Pero era preciosa.
También versionó (no podía faltar) el "Haleluyah", de Leonar Cohen. 
Otra canción especial para mí (y más últimamente, que parece que hemos completado la historia) que tuve el lujo de escuchar fue ésta:


Bueno, por mí pondría vídeos de todas las canciones que pudimos escuchar ayer, pero voy a parar... Fue genial oírla explicar algunas de las historias de "La joven Dolores", algunas reflexiones... 

Bueno, no sé si lo he dicho, pero creo que se ha notado que disfruté 
como una enana.


viernes, 8 de julio de 2011

El maestro de esgrima


Pocas novelas me quedan por leer de Arturo Pérez-Reverte, a quien me enganché de mala manera después de leer "La piel del tambor".

Ésta en concreto era una asignatura pendiente que tenía hace tiempo (he leído obras escritas mucho después por él, y ésta seguía en la recámara)... la que no me seduce en absoluto es "Ojos azules"... pero tiempo al tiempo, quizá dentro de unos años piense de otra manera. 

"El maestro de esgrima" es un pedazo de novela, con una trama muy intrigante; sus personajes están perfectamente estructurados, con mucho realismo (es difícil no identificarse con alguno de ellos); la ambientación histórica es prácticamente perfecta, con un contexto que colabora a la sensación de tensión; y, coronando, hay algunas descripciones paisajísticas o de momentos de acción congelados maravillosas.

No tengo ahora mismo en pila más novelas de este autor, aunque tengo el último del Capitán Alatriste pendiente. Espero hacerme pronto con él.

miércoles, 6 de julio de 2011

Bodas de papel


Así llaman al primer aniversario de bodas. Y el nuestro fue hace ya 3 días.

Quienes apostaron que no lo cumpliríamos (a veces nosotros mismos incluidos), pues fallaron. 

Bueno, a pesar de que habíamos quedado en no hacer regalos, quizá celebrarlo con una cena romántica o algo así (el bolsillo no está para alegrías), Dani me preparó una sorpresa: aunque algo me había insinuado, yo sólo sabía que el viernes 1 de julio tenía que coger maleta y gatas, y subirme al coche con él. No sabía qué tenía que echar en la maleta, así que fue un estrés de cuidado. Alguna pista me dio, pero no sabía exactamente qué.

El caso es que lo que me tenía preparado era un fin de semana romántico en una de las suites del hotel La Fuente del Sol, donde celebramos la boda justo hacía un año. Una pasada: incluía una cena romántica, un masaje para 2, una botella de cava, nos regalaron una de vino... 


Hemos estado muy bien allí, nos ha venido fenomenal la desconexión y el relax. Y la cocina del hotel, que es una maravilla, nos ha venido estupendamente también. Y el jacuzzi. Y el masaje. Y los maullidos histéricos de Cthulhu cada vez que le dábamos a las burbujas del jacuzzi. Un lujazo, vamos. Dani se ha pasado 3 pueblos, pero no puedo cabrearme con él por esto. 

Qué dilemón.



(Gracias, cariño)

lunes, 4 de julio de 2011

Mi sombra a lo lejos

Por lo que veo, éste es el 4º volumen de las "pequeñeces" de Lewis Trondheim, aunque sólo el 3º que cae en mis manos. No tardaré en hacerme con el que me falta: "La felicidad inquieta".

Desde el primero de la serie (y, en este caso sí, el primero que leí) me enganchó la forma de tratar la cotidianidad de este "pollo", por su cercanía, originalidad y simpatía. 
Me gusta la gente que piensa así, que se toma así las cosas, y que es capaz de plasmarlo así de bien y así de sencillo, sin necesidad de hacerse el intelectualoide, el listoide o el complicaloide: no, mira, yo soy así... Veo un urinario original, digo "¡anda!" y lo plasmo en mi comic. No hablo de su superficialidad, ni de su posible valor artístico, ni de cómo está cambiando el mundo (hayquever). No: digo "mira qué urinario más curioso, anda". Y ya. O veo mi sombra a lo lejos, y me gusta, me hace gracia. Y lo pongo como título y portada de mi siguiente comic. Porque sí, porque para qué más.

Será que me gustan porque yo también soy simple. No sencilla, no: simple. Más que el asa de un cubo. Y por eso me gustan también las cosas simples, sin pretensiones y sin tonterías.

Y simplemente por eso me estoy haciendo fan de gente como
Lewis Trondheim y Aude Picault.

Y punto pelota.