Igual de divertido y realista que su predecesor.
Los que tenemos gatos (al menos la mayoría) nos vemos plenamente identificados, tanto en las viñetas más tiernas como en las que remarcan lo que otros ven como inconvenientes de compartir la vida con varios felinos.
El personaje de la mosca se perfila como secundario importante, con la mala leche como principal característica.
Como en el anterior, te quedas deseando leer más, y más, y más... ¡no hay saciedad!
Eso sí, tengo una sugerencia importante que hacer al autor para próximas entregas:
MOSQUITERAS EN LAS VENTANAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Y tú ¿qué opinas?