Es que ya sólo el título acojona.
Y el cartel, ni te cuento.
Bueno, pues aún así, decidimos comprar entradas para ir ayer, 1 de octubre, a verle al Alameda. Peeeroooo... jejeje.... con in-te-li-gen-cia. Compramos las entradas con vista: nada de centradas, ni en primera fila. No. En un lateral, ahí, camufladitos, no vaya a fijarse en nosotros y la (nos) caguemos. Las cosas hay que hacerlas bien.
No quiero destripar mucho del espectáculo. Así que a ver cómo lo hago.
Habla sobre el miedo. Eso queda claro. En el primer "número", sube a un ingenuo espectador, al que hace algo que a mí no me gustaría nada-nada que me hicieran. Pero nada, vamos.
Después, reta a otro a hacerle daño. Pero mucho, mucho daño.
Para otro número, empieza a mostrar fotos de asesinos en serie, se pregunta qué lleva a alguien a matar, y a sentir placer con ello. Y pregunta al público si serían capaces de matar. Y a quienes pregunta, les hace ponerse en pie, y quedarse así. Bueno, pues me preguntó a mí, "la chica de gafas". Qué encanto. Al menos no dijo "la señora de gafas". Me pregunta si yo creía que, al ver que alguien iba a hacer daño a mi familia, padres, hermanos... sería capaz de matar. No me dio la opción de sacar los pompones y jalear. Así que dije que suponía que no.
Vale. Cuando nos tiene a 4 "asesinos en potencia" en pie, nos dice que subamos al escenario. Ja. Jajajaja. Jajajaja. Ja.
He busqueteado por la web, y el escenario está así decorado:
Vamos: el sueño de mi vida. Lalechequémiedo.
Cuando los otros 3 ya estaban arriba y casi habían envejecido, yo aún iba por la mitad del trayecto. En parte por mi gracia al caminar con bastón (ya le dije: vaya ojo), y en parte porque con el canguelo me temblaban las piernas cosa mala. Me moría de vergüenza, porque además, para subir, hay unos escalones pero muy precarios: muy altos, sin barandillas, como cajas superpuestas, muy estrechito. Vamos. Empezamos haciendo el ridículo. Menos mal que con el miedo que llevaba eso era lo de menos.
Bueno. Pues lo primero que nos dice es que uno de nosotros morirá esa noche. A manos de otro de los 4. Después de lo que había visto en el primer número, empecé a rezar... quenometoqueservíctima, quenometoqueservíctima... Pues me tocó. Es natural. La que no puede salir corriendo. El tío lo hizo bien, adivinó cuál era el rol de cada cual, pero al final no nos hizo matar entre nosotros ni nada, menos mal. Yo ya me lo esperaba todo. Los nervios y el miedo que tenía se aplacaron mucho al pensar que en ese mismo escenario había actuado (e iba a actuar en menos de un mes) Verónica Forqué. Pero me dejó al final a mí sola encima del escenario. Y volvió el canguelo. Y mis rodillas, entre la tensión y el rato que llevaba de pie, cantando por bulerías. Me dejó al final para explicarme por qué me había tocado ser la víctima. Tampoco quiero destripar todo el número, así que no digo mucho más. Cuando ya bajaba (me ayudaron a bajar él y 2 chavales de las primeras filas), me dijo que estaba muy bien acompañada, y que no hablaba de quien hubiera venido conmigo al teatro solamente. Ahí queda eso. Digo yo que será un guión, porque a ver quién me va a "acompañar" a mí, si no se me ha muerto aún afortunadamente nadie a quien estuviera unida. Pero ya me ha dejado con el runrún.
Casi al final del espectáculo, explica por qué el título es "No vengas solo". Y ahí lo entendí, porque si llevas una compañía como mi marío, que no saltó en mi defensa cuando quisieron subirme al escenario ni se ofreció a ir en mi lugar ni nada de nada... vas de culo.
Bueno, el caso es que a partir de ahí el espectáculo da un giro a lo sobrenatural y temas más personales de los espectadores. Cosas que es más fácil pensar "está trucado, estos están conchabados". Pero también te quedas con la cosa de... ¿y si no fuera así? La verdad es que cualquier cosa que diga aquí destripa mucho esta parte, que además, si es cierta, supongo que depende mucho de los espectadores que sean seleccionados ese día para formar parte del espectáculo.
Sólo diré que el número que me tocó era de los que menos te afectan si no sabes a lo que vas. Menos mal.
Y como siempre, terminó con sus palabras:
Recuerden: todo lo que han visto ha sido producto de su imaginación...
no le den más vueltas, no tiene sentido.
no le den más vueltas, no tiene sentido.
(Pero, si es verdad lo que allí pasa, más de uno no durmió esa noche).
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