domingo, 3 de febrero de 2013

Años 50

De vez en cuando hay que salir, aunque suponga un esfuerzo. Como suelo decir, cuando me salgo de la rutina pago 2 facturas después: la económica y la física. Pero es que, aunque sólo sea de vez en cuando, hay que hacer el esfuerzo y animarse un poco.


Anoche volvimos al Restaurante Años 50, en Torremolinos. Era la segunda vez que íbamos, y no creo que sea la última.
Se come de lujo: la calidad de las carnes (no hemos probado aún los pescados), los entrantes y los vinos va acompañada de una presentación estupenda y una atención elegante, pero muy simpática. Te sientes bien desde que entras.
Me chifla la decoración: elegante, cuidada al detalle, con fotos de mitos de aquella década dorada, pero muy cómoda: sofás, sillas bonitas pero no por eso incómodas... ¡hasta en el baño de mujeres (en el otro no sé) hay una butaca!

Además, en la zona de cocktelería los viernes hacen una fiesta cubana, y los sábados tienen música en vivo: también por lo general cubana. Ayer incluso hubo un momento de karaoke con una cumpleañera.
Todo esto amenizado por un personal atento, simpático y un par de animadores que hacen la noche muy divertida: enseñan a bailar, incluso bailan contigo si quieres. La chica baila muy bien y tiene un cuerpazo, y él, un cubano escultural... pues también. No para de bailar, y lo hace de escándalo. Da gusto verles, anima a intentarlo (aunque claro: la mayoría nos quedamos en patosos imitadores, pero intentarlo es divertido).
Los cocktails son, como la comida, de una calidad buenísima. Tienen variedad para aburrirte y los hacen con maestría.
También tienen hotel, pero no lo hemos probado.

Hoy estoy hecha polvo, como era de esperar. Pero bueno, que me quiten lo bailao. Literalmente. Hasta el "Au si te pego" cayó. Con garrota y todo.
La factura económica no fue muy alta para la estupenda noche que pasamos; la física, está siendo dura, pero ya pasará; la felina... bueno, pues por pendón, esta noche no ha dormido conmigo ninguna de las gatas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y tú ¿qué opinas?