miércoles, 20 de febrero de 2013

Historia de Gloria (Amor, humor y desamor)

Hace tiempo comenté por aquí que tenía pendiente hablaros de esta joya.

El caso es que, durante su lectura, me inspiré. Hacía mucho que no escribía en verso, y tuve un momento de inspiración genial una noche, después de leer algunos poemas de este libro. Eran versos dirigidos a comentar la obra, por lo que pensaba hacer un post en verso. Pero como no cogí a las musas al vuelo, se me escaparon. Después lo he intentado, he releído... pero nada. Bueno, nada no: he conseguido escribir algo, volver a escribir en verso ¡que ya es mucho! Pero lo que me ha salido es... un romance. Un puto romance para comentar un libro de Gloria Fuertes. Hubiera escrito lo que hubiera escrito no hubiera estado a la altura, eso está claro... pero ¿un romance? Amos, anda.

Así que voy a limitarme a la prosa de opinión, que estoy más mona.

Se dice que una imagen vale más que mil palabras. Así que voy a utilizar una imagen, pero previamente explicada: cuando en un libro me llama algo la atención, suelo utilizar marcadores (post-it). Por lo general, los utilizo por colores: amarillos para las palabras que quiero buscar en el diccionario después, para no interrumpir la lectura; verde para los párrafos (o versos, en este caso) con los que me siento especialmente identificada; naranja para aquellos que me parecen sencillamente sublimes...

Después de una primera lectura, este libro me ha quedado así:

El libro empieza prometiendo. El poema que lo inaugura, titulado con tino "Prólogo", dice:
Este libro está escrito día a día,
a ratos perdidos,
a amigos perdidos.
Los poemas (¿son poemas?) 
no tienen orden ni concierto,
-sé que a veces desconcierto-
pero están escritos con cierto
                                                amor.
Esto no es un libro, es una mujer.

Y continúa con un precioso "Autoprólogo":
Un barco atraca en un puerto.
Un terrorista atraca en un Banco.
Yo os atraco con una ternura de cañones recortados
para que me entreguéis vuestra atención.

- Esto es un atraco,
¡Manos unidas!
A punta de poema vengo a asaltar
corazones cerrados,
a robaros la indiferencia.
Si al salir por esta puerta (libro)
os dejos "tocados",
Perdón (serán rasguños de amor sin importancia).

Como para muchos de mi generación, mis primeros poemas fueron de esta autora. Pero ella no sólo escribía para niños, está claro. Y de adulta, he disfrutado más, si cabe, con sus escritos (los infantiles y los no-infantiles). No es el tipo de poesía que suelo leer: soy una paleta a la que, si le das un poema sin rima ni métrica clásicas, se desconcierta. No suelo disfrutar con ese tipo de poesía. No sé apreciarla. Espero aprender pronto, porque me estoy perdiendo mucho con ese filtro.

Gloria Fuertes fue una persona sola. No solitaria, no: sola. Abandonada. ¿Cómo pudimos permitirlo? Un genio como ella, sintiéndose sola.
Que somos crueles con las personas utilizando, entre otros métodos, el castigo a la soledad a muchas no es ningún secreto. Pero ¿quién pudo ser tan necio como para dejar pasar la oportunidad de compartir ratitos, charla, cariño... con un genio como ella?
Lo mejor que puedo pensar de las personas que lo permitieron es que lo hicieran por "egoísmo lector": quizá, sin tanta soledad, sin tanta pena, no hubiera escrito tanto. ¿Sería por eso?
Ella misma se refiere a esa soledad en muchas ocasiones... por ejemplo en "Sola como una ostra":
Sola como una ostra,
me escondo para escribir.
Pensad que en su soledad 
piensa en vosotros la ostra
y después os da su perla
hecha en tristeza y a solas.

O en alguno tan desgarrador como "Castilla es una espada":

No quiero acostumbrarme a vivir sin el mar.
¿Tendré que acostumbrarme
a que nadie me cuide?
(Ya llevo muchos años de topo en soledad.)
¿De qué valen millones de amigos-conocidos,
si sólo sola y sola me tengo que acostar?
¿De qué vale la fama, la popularidad, 
si sólo sola y sola me tengo que apañar?
...................................................................................
(Voy a encender el candil.)
Tengo miedo, de creer que el amor
es tan sólo un poema inventado por mí.

En otro, se lamenta:
Cuatro mil millones
mis vecinos de la tierra,
cuatro mil millones
y yo sola en mi azotea.

Al leer muchos de los poemas de este libro me sentía tan identificada que tenía la sensación de que los podría haber escrito yo, si tuviera el genio suficiente. Supongo que ahí reside buena parte del éxito de Gloria Fuertes: habla con cercanía, no sólo de sentimientos, sino de su forma de pensar, que era bastante coherente... una creyente con profundos sentimientos religiosos, aunque "roja" (como ella misma se denomina, una vez pasada una guerra que la traumatizó por lo que en ella vivió y por lo que le impidió vivir -su primer amor murió en la Guerra Civil-).
Todo esto, dentro del drama, lo narra con un sentido del humor que no pierde ni cuando habla de los temas más difíciles para ello, como Dios, la guerra, la política, el desamor...
Por ejemplo:
Con el dinero que consiguieron
los americanos del maíz híbrido,
pudieron sufragar la bomba atómica.

Diréis que esto no es poesía.
(Estoy de acuerdo.)

Escribe también mucho acerca de su condición de poetisa: su método (que es, también -y una vez más me siento aquí identificada con ella, siempre salvando las distancias- el mío). Hace una "Confesión" genial acerca de su Arte:
Aseguro que yo apenas he hecho nada.
La Poesía siempre está ante mí,
ya hecha, esperándome...
Esperando a que coja la pluma y la dibuje.

Muchos de sus poemas están también dedicados al desamor: a los malos amores, a los que engañan, a los que duelen, a los que "encornecen", más que enternecer. Y en muchos de ellos se ve su resolución de, ante un mal amor, mantener, al menos, la dignidad. Aunque se declaraba capaz de hasta de ella deshacerse ante un amor de los buenos... que parece ser que nunca le llegó.
También aplica el humor a estos sentimientos de desengaño, de tristeza. Por ejemplo, en "Poema para encender un amor apagado", escribe:

Puedes prohibirme verte,
y no me quejaré.
Aunque al no verte, cada día
he de morir un poco más.
Pero no me pidas que deje de pensar
(en ti)
ese capricho es el único
que no te puedo dar.

Juega con mis ojos,
entretente con mis lágrimas,
juega con mis sentimientos.

Pero no te dejaré jugar con mi corazón,
porque lo rompiste ¿te acuerdas?
y le he pegado
y no está seco todavía.

En fin... a este paso os voy a transcribir buena parte del libro, y no es para nada mi intención. Pero ojalá haya avivado en alguien el deseo de comprarlo, leerlo y disfrutarlo (las dos últimas son una sola).

No quiero quedarme sin, desde aquí, dirigirme a Gloria Fuertes:
Ojalá, cuando aún era tiempo, hubiera tenido la posibilidad de aliviar esa soledad... Muy probablemente tuvieras un carácter muy fuerte, fueras una persona "difícil". Pero tenías que aportar TANTO en una conversación, que problablemente compensaría. Siento que hayas estado tan sola, pero gracias por utilizar esa soledad en escribir, en lugar de autodestruirte.

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