Ésta debe ser la semana de "descubrir nuevas formas de relatar una biografía".
Que no es que no me sonara, al menos en este caso. Pero no es lo habitual, a pesar de que el resultado es bueno en la mayoría de los casos.
Tal como en "Ensayo de comedia" lo hacía en forma de esbozo de obra teatral, en "Círculos de tiza" se narra la biografía del protagonista de forma epistolar.
En ambos casos, el resultado es que, una buena historia que hubiera podido ser algo cargante si se hubiera expresado de forma novelada, resulta amena de leer.
Como digo, la historia en sí es bonita, es una biografía interesante, aunque en algunos puntos quizá un poquito - demasiado fantasiosa.
Al expresarla hacia una persona con la que el narrador tiene confianza, hacia la que siente afecto, se destacan aspectos más íntimos que si, simplemente, se narrara, por ejemplo, cronológicamente: resultaría mucho más frío.
La relación entre las personas que se cartean no queda clara hasta el final, lo que da cierto punto intrigante. También hacia el final la persona destinataria de estas cartas cobra protagonismo: durante casi todo el libro se mantiene en un segundo plano, como digo, algo misterioso.
La narrativa es bastante simple, pero no sé si se debe a que el autor no da para más, o a una estrategia para adaptarse a la persona que escribe. Tendré que leer alguna otra cosilla suya para comprobarlo.
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