jueves, 30 de septiembre de 2010

Sólo quiero estar sola

Con mis chicas, claro.

Me sobra todo lo demás ahora mismo. Pero no siempre se puede tener todo lo que una quiere.
Han vuelto algunos fantasmas, y no quiero que estén aquí. Son fantasmas que sólo aparecen de la mano de alguien, y con el veranito que llevo (y con cómo me está empezando el otoño...) están montando una buena rave aquí. Quizá sea uno de esos puntos de inflexión en los que lo mejor que puedo hacer es romper la hoja y empezar el cuento de nuevo. Pero de momento no puedo (física, emocional ni económicamente). Las cosas pueden cambiar, quién sabe. Quién sabe en qué momento ni en qué sentido...
De momento, lo único que necesito es paz, soledad y a mis chicas. Pero mantendré la guardia alta, para no dejar pasar ninguna oportunidad.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Esta cabeza...

Hace ya tiempo, desde que empecé con medicaciones fuertes como el Enbrel y después más agudizado con la morfina noto cómo mi cabeza no va siendo la misma. A veces son pequeñas lagunas, pequeños olvidos respecto al pasado reciente, pero esos efectos cada vez son más fuertes, y están pudiendo conmigo. 
Siempre he tenido mala cabeza: tenía que apuntarme las cosas para que no se me olvidaran, pero entraba dentro de lo que considero normal. Ahora ya estoy seriamente preocupada, pues hasta apuntarlo se me olvida. Ni siquiera sé muchas veces qué tenía que apuntar. Me siento imbécil. Y eso, para una persona que va de independiente, unido a que físicamente cada vez soy menos independiente (aunque va por rachas, claro) es jodido. Mi día a día no sólo está afectado por el dolor o la limitación física, sino por la limitación intelectual. No sólo veo afectada mi memoria (a veces, haciendo encuestas por internet, cuando me preguntan mi edad, no la sé...); la poca inteligencia que haya tenido en algún momento se está yendo como la arena de un reloj. Espero que el mecanismo también sea reversible como en esos aparatos. Intento pensar, imaginar, expresarme como antes... pero no puedo, es como darme contra una pared negra constantemente. Y lo que más rabia me da es saber que no hace mucho lo hacía, es decir: era capaz. Ahora no lo soy, pero quisiera saber si voy a poder volver a serlo. 
Quizá este blog no sea mal ejercicio para, como poco, no perder lo que me queda.

martes, 21 de septiembre de 2010

Alucino pepinillos

No puedo creer (o ya sí puedo, que creo que es peor) ver estos dos titulares en la misma edición, casi correlativos:



¿Estamos tontos, O QUÉ?

Esta boca sigue siendo mía (Joaquín Sabina)

Buen título para la primera entrada al blog de una buena aspirante a autista. Juro que ha sido coincidencia: ha sido el primer libro que he terminado de leer desde que decidí dejar los foros y darme al onanismo bloguero.
Y no ha sido un buen estreno. No soy ninguna eminencia ni puedo sentar cátedra en ningún sentido, y el poético menos que ninguno, pero este libro me ha parecido recaudatorio, como el grandes éxitos de "Ella Baila Sola". Tengo libros de buenos poemas de Sabina, en sus canciones (en la mayoría) demuestra que es buen poeta. Pero ésta es la recopilación de poemas escritos bajo petición, y eso a la poesía nunca le ha hecho bien: no se puede uno inspirar antes de que Interviú cierre su edición si no está de que se inspire uno. Como no es mal poeta, hay algunos salvables, algunos buenos... pero en la mayoría se nota la prisa, la pose y la cuña. Meter en un poema una referencia a un tema archiconocido del autor es un guiño. Meter en uno de cada dos poemas un verso de alguna de sus canciones es falta de inspiración.
Claro, que estos versos han sido escritos para que quien lo lea lo haga en dosis quincenales. Recopiladitos se leen más seguidos, y se notan más estas cosas. He tenido que leerlo poco a poco para poder terminarlo sin coger demasiada manía a Sabina. Dentro de un tiempo podré decir si lo he conseguido o no.