miércoles, 26 de diciembre de 2012

Un niño prodigio

Tremendo relato, que no destila mala leche como "El baile", sino simple instinto de supervivencia, aliñado con un don especial para la poesía.

En un relato tan cortito (100 páginas) hace, a lo tonto, un estudio tremendo de lo que puede ser para un niño nacer en un entorno desfavorecido y tener que buscarse la vida desde bien pequeño. Y qué puede pasar en esa mente al, súbitamente, cambiar a un entorno de lujo y protección.

"Estudios sociológicos" aparte, se trata de un relato realista, aunque con todas las circunstancias llevadas al extremo, acerca de "las putas musas" y su caldo de cultivo ideal.

Desde que lo he terminado, estoy escuchando obsesivamente dos temas de Vainica Doble, que podrían perfectamente ser su banda sonora:

Página en blanco

y



Buena literatura, buena música... hale, ¡¡vivan los excesos en Navidad!!

martes, 25 de diciembre de 2012

La sala de las muñecas

Tres relatos cortitos para "ventilar" un poco la mente después de algunas lecturas largas.

Después de la novela "La Plaza del Diamante" quería leer algo más de Mercé Rodoreda, y me topé con una colección de cuadernitos con relatos cortos de varios autores que incluían éste.

El tono narrativo es pausado, sin ser denso, se puede saborear cada palabra, y eso ayuda al clima "inquietante" que transmiten los tres.

En "Lluvia" habla de lo insoportable que puede ser a veces la incertidumbre. Tanto, que en ocasiones es preferible boicotear una situación para que el resultado sea el desastre, con tal de ganarle terreno a las preguntas del tipo "¿Y si...?".

"La sala de las muñecas" me ha parecido el más inquietante de los tres: comienza con la excesiva importancia que se pueden dar a las apariencias, pero lleva la situación al límite, a un límite de locura, trágico.

"El río y la barca" es el que menos me ha gustado de los tres, el menos verosímil... Los anteriores, dentro de llevar ciertas situaciones al extremo, pueden ser tangibles, éste es más fantasioso, y el contraste no me ha gustado demasiado, pero aún así es estupendo para disfrutar las descripciones de la naturaleza, de la percepción de ciertos momentos (una tarde de lluvia, una sombra en el agua...), con los que la autora demuestra el manejo del lenguaje y cómo puede moldear las expresiones a su antojo para darles una forma final casi perfecta.

La corona de hielo

Continuando la saga de Tiffany Dolorido y los Nac Mac Feegles, esta divertidísima historia crea magia hasta en algo tan "natural" (o eso creemos, al menos) como el cambio de estaciones climatológicas.

Los líos amorosos que se le quedan un poco grandes a una preadolescente, el mañoso manejo de las personalidades "difíciles" de algunas amistades, la función auténtica de una bruja, el disfraz que le tenemos que dar a las cosas a veces para que parezcan lo que son, curiosamente... Todo se amontona aquí, y aliñado con Yaya Ceravieja, Tata Ogg y los Pequeños Hombres Libres tiene un resultado muy simpático, y hasta coherente, curiosamente.

Me ha encantado que Yaya Ceravieja tuviera algo más de protagonismo en esta historia, pero me ha hecho especial ilusión encontrar el pequeño cameo, casi al final, de ATENCIÓN SPOILER "¿Dónde está mi vaca?".
Al final, será un clásico para los kevins. Al tiempo.


martes, 18 de diciembre de 2012

El vizconde de Bragelonne

Lectura total y absolutamente recomendable. Se mire por donde se mire.

Vale que ver 2 tomos de unas 950 páginas cada cual, y con un tamaño de fuente 7 u 8 puede tirar para atrás. Pero, habiendo leído las 2 partes anteriores de la trilogía, no cabe lugar a la duda.

Hablar a estas alturas del don narrativo de Dumas sería como hablar de lo oscuro que es el color negro. Pero cabe mencionarla para indicar por qué consigue que semejante tochazo no se haga largo, ni mucho menos. De hecho, al llegarle el turno en mi pila, pensé en leer algún relatito corto suelto entre uno y otro tomo. Pero es que no pude. Imposible.

Hay tantas intrigas inter-relacionadas (palaciegas, amorosas, políticas...), tantos duelos magistrales (a espada y verbales), es tanta el ansia de saber qué va a pasar a continuación... que, aunque haya tardado un poquito en leerlo, no me he visto capaz de interrumpir el hilo narrativo.

Sobre todos ellos, como en las anteriores, está la amistad.

Y (ATENCIÓN: SPOILER), al ser la última entrega, la tristeza, claro. No es que pensara que los 4 amigos fueran a ser inmortales ni en la novela, pero... me río yo de los lectores de "Canción de hielo y fuego" (que yo no he leído) y sus "quejas" por las muertes de personajes queridos o importantes en la trama... no digo más. Que ya lo he dicho todo.

Pero, aún conociendo el final de la historia, merece la pena su lectura, no sólo por la trama, sino por el disfrute de la Literatura, así, con mayúsculas, de que hace alarde.

En la edición he echado de menos algún mapita, pero bueno, para eso está san Google.

En fin: para quien no haya empezado aún con la trilogía, recomiendo encarecidamente que se haga con ella cuanto antes y empiece a darle a la lectura. No creo que nadie que me haga caso (si alguien lo hace) se sienta defraudado.


martes, 11 de diciembre de 2012

21 de diciembre ¿Fin del fun?

A estas alturas ¿quién no ha oído hablar de la famosa profecía maya que se ha interpretado como el fin del mundo para el próximo día 21?
Hay quien dice que es una chorrada, quien dice que es una profecía más, quien dice que sólo será el fin de la humanidad, quien habla de extraterrestres que vendrán ese día a buscarnos para "llevarnos de vuelta a casa", quien asegura que se trata de un planeta que colisionará con el nuestro, o de una tormenta solar... Profecías y teorías no faltan.

Debo reconocer que algo de canguelo me ha entrado con todo esto. Al final me he sugestionado. Pero bueno: faltan pocos días para comprobar si es así o no. Lo único que deseo, y pido con todas mis fuerzas a Lo Que Haya (si lo haylo), es que, si ocurre, no duela.

Pero, a la vez, mirando un poquito alrededor, levantando la vista de lo que viene siendo mi ombligo, no puedo evitar sentirme egoísta. Vivimos en un mundo en que la vida es infernal para una mayoría. Por mal que yo pueda estar (por enfermedad, por economía, por mal de amores o por desengaños varios), mi vida es un paraíso comparada con la de muchísimos millones de humanos y no humanos pero también seres vivos. Quizá a ellos les beneficiara ese "fin". Haya o no algo después. Dios, extraterrestres o simple floting en la nothing.

Tengo miedo, sí. Pero tengo miedo porque lo que tengo que perder es bueno, y mucho. Aunque sea una quejica y me dé por decir que "estoy fatal de lo mío" demasiado a menudo. No todo el mundo tiene esa suerte.

En fin: lo que sea, sonará (o no). Simplemente, si pasa, os deseo buena suerte. Y si no pasa, también. Ojalá ocurra algo que suponga un punto de inflexión para este planeta. Que empecemos a respetarnos, a no putearnos. A entender (y poner en práctica) que la vida de los demás (e, insisto, no sólo humanos) vale igual que la nuestra, y debemos respetarles, e incluso ayudarles. Ojalá todo ser pueda llegar a tener una vida, al menos, tan buena como la mía.
Sería un buen fin de este mundo. Empezar uno nuevo, bonito y digno para todos.
Es mi deseo de Navidad (si es que este año podemos llegar a celebrarla...)

viernes, 30 de noviembre de 2012

Mordiscos

Bueno, el cómic está simpático, tiene cosas graciosas, referencias a las modas "vampíricas" con que nos bombardean hace un tiempo...
Pero poco más.

Prefiero al Fonollosa gatero (aunque aquí aparece "Medianoche", un gato negro, de vez en cuando), a falta de conseguir y leer su
"Sex o no sex" (en el que, francamente, espero no encontrar gatos).

La gran pega que he encontrado es la edición: no hay separación entre "escenas", te cambia de una viñeta a otra, en la misma página a veces, de situación. Resulta bastante desconcertante...

Resumiendo: para pasar el rato está bien, pero tampoco es para tirar cohetes. Tampoco es que sea muy caro, así que no se puede considerar tampoco que haya tirado el dinero. Me ha costado poquito, y me ha entretenido un poquito. Me vale.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Somos malos

...O, al menos, no somos buenos.

En general, nos mueve la avaricia, la envidia, el egoísmo... Y somos "los reyes de la creación". Vamos arrasando vidas ajenas (de animales, plantas y en casos extremos hasta de otras personas) por hobby, o por aburrimiento.
O, sin llegar a esos extremos, mentimos sobre otras personas sin plantearnos (y si nos lo planteamos, nos la trae al pairo) las consecuencias que ello pueda tener sobre sus vidas; malmetemos contra quien nos cae mal, por la simple diversión de buscarle un problemita; disfrutamos con la desgracia ajena (nos pierde el morbo...).
Desde pequeñitos nos han enseñado que "el hombre es el rey de la creación", ya sea por teorías evolucionistas (se supone que somos el ser más evolucionado de la tierra... poco observadores, u observadores a conveniencia diría yo) o religiosas ("Dios" -el que sea- nos puso a cargo de todo este "jardín". Nos estamos luciendo).
¿Os imagináis un rey (de cualquier país) que se comportara así, con ese descaro? De repente habéis pensado en los reyes de "aquellos países", con sus esclavos y su harén... ¿no?
Pues claro: así nos va.

Nos comportamos mal con los "seres inferiores" (¿inferiores? ¿en serio?... me encanta cuando llamamos "su instinto" a todo lo que se nos escapa) y entre nosotros mismos. De hecho, entre nosotros ya hay seres "superiores" e "inferiores". No me estoy volviendo anarquista. Creo. La estructura jerárquica es necesaria. Pero siempre que sea justa y respetuosa con todos.

Nos falta mucha empatía. Entre nosotros, y hacia el resto de seres con los que compartimos el planeta. Nos creemos que por haber pagado con dinero (sistema inventado por el ser humano) un trocito de tierra, ésta nos pertenece y ya podemos hacer con ella y los seres que contiene lo que nos venga en gana.
Somos muy inteligentes. Lo suficiente como para intentar comunicarnos con otros habitantes del universo, pero también lo suficiente como para no haber hallado la forma de dar voz a los que no se comunican como nosotros, aunque están aquí mismo: animales y plantas.
Probablemente nos venga bien (a nuestro egoísmo).

Todo esto no viene ni a que me esté volviendo pseudo-filósofa ni a que me haya pasado nada concreto últimamente (de hecho, este post lo llevo escribiendo a retales hace semanas): simplemente, cada día estoy más y más quemada... ¿Conocéis esas teorías de sonríe y te sonreirán, lo que das en la vida siempre te vuelve... etc...? Pues he sido tan idiota de creérmelas durante mucho tiempo. Y no funciona. Hubiera sido bonito, pero no. No funciona. Al menos, a mí no me ha funcionado. Y, desde luego, a la inmensa mayoría de los seres no humanos que he ido observando, tampoco les funciona. Me da la sensación de que son una criba para idiotas: el que se la crea, es más fácilmente pisoteable.
Aquí se impone la ley no del más fuerte,sino del más despiadado,del menos empatico,del más egocéntrico. Ésas son las personas que al final se alzan sobre las demás en la práctica. Moralmente no, pero... sinceramente, la moralidad es poco práctica...
¿Quien quiere,a priori,ser un desgraciado... Pero eso si: muy moral?

A la gente "mala" no suelen ocurrirle desgracias... y si les ocurren, como se la suda (por aquello de los sentimientos) pues no pueden llamarse desgracias... inconvenientes, tal vez.
A la gente "buena"... bueno, pues todo lo contrario. Les pierden los sentimientos, y llevan el corazón así, sin protección, y cualquier cosita escuece... Y todos los problemas terminan siendo para ellos.

...Con lo relativamente fácil que es hacer cada uno su vida,simplemente no molestando a los demás... Pero es que hay a quien le gusta.
Nos encanta estar "por encima del bien y del mal". Hacernos valer sobre la vida de otros (humanos, animales, plantas...) nos hace sentir, o pensar, que somos superiores a ellos... Pero si tenemos que valernos de ello es porque, en el fondo, no estamos tan seguros de esa superioridad... ¿No? Cuando tienes que demostrar permanentemente lo "más" (rico, guapo, listo, superior...) que eres, quizá sea porque no estés tan seguro de ello.

En fin: con esta filosofía nos va como nos va. No hablo de desigualdades. Hablo de guerras, de escasez de comida y agua potable, de energía, extinción de especies... Estamos imponiendo tanto nuestra superioridad a todo el planeta, que nos lo estamos cepillando.
En el fondo, veremos que estamos equivocados demasiado tarde... El planeta, nos guste o no, es más que nosotros, puñeteros individuos egoístas que, de tanto pensar en nuestra "superioridad", estamos consiguiendo que no haya planeta habitable... Se demostrará, como digo, que el hombre no es el rey del mundo: el mundo es el rey del hombre (y animales, y plantas)... Su casa. Pero de tanto demostrar que somos más que nuestra casa, nos vamos a quedar sin ella...

martes, 30 de octubre de 2012

Casi 900 km....

Es la distancia que es capaz de recorrer alguien para reírse de mí
en mi cara...
Es alguien con quien suelo hablar por teléfono... y ahí ya el cachondeíto es importante... pero debía saberle a poco, y se vino hasta donde yo estoy.
Y creo que se ha divertido este fin de semana largo...

Ahora más en serio (aunque lo de arriba no es coña) da gusto cuando una tiene amigos así.
Un día te ves mal, y sueltas mil bengalas de S.O.S. Y una de esas mil es atendida. Por regla general, suelen ser atendidas siempre por los mismos, y este caso no iba a ser menos: hay un amigo, amigo desde hace una burrada de años, que ha estado ahí cuando lo he dejado con alguna pareja, cuando me ha apetecido simplemente verle, cuando he tenido algún bajoncillo moral... De esos amigos de los que se dice que son "la familia que elegimos". Por eso le elegí para padrino en mi boda... se lo ha currado más que al que le tocaba por tradición, y más que mucha gente. Tengo mucha suerte.

Bueno... se da, además, la favorable circunstancia (para mí) de que es alguien casero, y no hemos tenido que estar "de turisteo", porque no tenía yo el cuerpo para mucho meneo...

Hemos salido, sí... pero a comer. Así que ni en ese sentido ha dado "tarea". Y cuando no hemos salido, lo hemos pedido a una empresa de catering a domicilio, o hasta ha cocinado él, como el último día, en que nos ha preparado un pollo asado exquisito.


Imaginaos cómo olería para que Mordisquitos tuviera esta cara de súplica:


A pesar de que he sido la peor anfitriona imaginable (según los libros de expertos en la materia) no se ha quejado ni un poquito. Se ha reído, pero no se ha quejado.

No le he puesto bouquet d'accueil, me he pasado media visita en pijama, no le he dado un regalo búmeran, les he abandonado bastantes ratos para descansar y les hemos paneado a todos los juegos de mesa con que hemos amenizado las  lluviosas veladas.

Empezó ganando Dani a Mundodisco, le seguí yo (e hice doblete), 
y después también gané al Capitán Alatriste.


Así se les quedó la cara a los perdedores...:

 

El sábado se nos unió Gabriela, y entre jugar a Mundodisco, charlar, lo del cambio de hora, hablar de gatos... nos dio el domingo.
Fue una tarde-noche-mañana muy divertida.

Estuvimos enseñando al visitante lo bien que cuidamos por aquí a los michines, y no sólo los de casa...


Bueno, en algún momento tuvo que llegar la despedida... Pero espero que no tardemos en repetir (y esta vez, estemos al completo los mundodisqueros).



No hace mucho le discutía a alguien que el dinero no es lo más importante en la vida (aunque contar, cuenta bastante...). Ésta es la prueba: todos los millones de euros del mundo no son capaces de comprar esto. La pena es que estemos tan lejos (y a mí me cueste tanto viajar) y no podamos repetir más a menudo. Pero ha sido uno de esos fines de semana que te dan calorcito, aunque fuera hayan bajado 10ºC las temperaturas justo estos días.

martes, 23 de octubre de 2012

Divas rebeldes

Las 7 protagonistas de estas 7 vidas rebeldes, cada una enmarcada en lo que su época consideraba "rebelde" me han hecho sentir, todas, admiración, fuerza... y algunas se han convertido en un modelo a seguir en muchos aspectos, directamente.

Además, nunca hubiera pensado que tenía tanto en común (en cuanto a forma de pensar) con alguna de ellas. Ha sido una lectura realmente curiosa.


De María Callas sabía bastante poco. Que era una voz impresionante y ella tenía fama de excéntrica. Su historia me ha parecido muy triste: desde la influencia de su madre, muy dura pero sin la que no hubiera llegado a lo que fue, hasta su "cuelgue" absoluto por un hombre... Cuesta creer que una mujer, una diva de su talla, pase por las mismas miserias que cualquier otra... Siempre te imaginas que, o tiene al que quiere, o realmente no le afecta tanto... No porque no se enamore de verdad, sino porque su autoestima debe tener cierto nivel... Si una mujer como ella tiene la autoestima baja... las demás ¿qué deberíamos pensar de nosotras mismas?


La historia de Coco Chanel es de las que más me ha gustado: me ha fascinado su carácter, que junto con su talento fueron las claves de su éxito. Una mujer fuerte, firme, ambiciosa. Un ejemplo, según yo lo veo.
Me ha puesto más ancha que larga leer alguna frase suya y ver que coincide con lo que yo pienso hace tiempo... Por ejemplo:

"Me gustan las joyas falsas porque las encuentro provocativas 
y pienso que es una vergüenza ir de aquí para allá con el cuerpo cargado de millones por la simple razón de que una es rica. 
La finalidad de las joyas no es hacer rica a la mujer que las lleva sino adornarla, lo que no tiene nada que ver".

Absolutamente de acuerdo. Y más, sabiendo las guerras y los crímenes que hay a cuento de esas "piedras preciosas". No es que vaya rechazando broches de esmeraldas y diamantes por la vida, pero prefiero 5 pares de pendientes del Bijou Brigitte por 15 € que 1 par por 1.500 €. Para empezar: si los pierdo, me da El Soponcio. (Por cierto, ahora que han descubierto un planeta de diamante, veréis cómo evoluciona el tema del viaje espacial... ¡cómo somos!). 


Avergonzada reconozco que de Wallis Simpson conocía el nombre y poco más. Sabía que tenía algo que ver con el mundo del lujo, con algún hombre poderoso... pero ni en broma imaginaba la que lió la americanita. Y además... por lo que he leído, ni siquiera correspondía a los sentimientos de Eduardo VIII. Simplemente se dejó querer. Y cuidar. Y vivió bien. Porque, como inaugura la sección del libro dedicado a ella, diría:
"No tienen ni idea de lo difícil y agotador que es representar toda una vida un gran amor".
Es decir, una arpía, que la llamarían en mi pueblo... Permite que el hombre renuncie a su trono (vamos, él lo hizo sin consultarla, pero algo vería de correspondencia en la otra persona para tirarse a la piscina de esa manera) cuando no le quiere de Esa Manera. Sólo quería vivir bien.
Este tipo de persona, sea hombre o mujer, me pone enferma...


Respecto a Eva Perón me han quedado algunas dudas, pero tampoco ha despertado mis simpatías... Mucho  defender al pueblo, a sus "Descamisados", y criticar a "Los Oligarcas", pero menudos modelacos y menudas joyas... Se comportaba como una oligarca, pero creyéndose buena actriz (y por su éxito debió serlo), su falsa modestia hizo que, hasta con un Christian Dior con diamantes incrustados la identificaran como la reina de los Descamisados.
Trabajadora era, pero en lo que trabajaba era en construir su mito, me parece a mí...


A Barbara Hutton no la conocía. No sé si había oído hablar de ella, pero desde luego no lo había retenido.
Y por lo que he leído de ella, me ha caído bien... ha despertado mi ternura... "Pobre niña rica" que sólo tenía dinero. No hace falta tener mucho más, si a ese dinero le acompaña buen juicio y una autoestima en los límites de la normalidad... pero eso no lo compra el dinero.
Todos sus matrimonios, toda la gente que la rodeó y no la quiso lo suficiente como para ayudarla... Sólo querían sacarle dinero y sacar partido de su trato. Es algo muy triste. Eso hunde la moral de cualquiera, claro... y si ya de por sí no tenía unos cimientos demasiado firmes, pues aquí tenemos el resultado... Una mujer podrida en dinero. Y ya.


Con Audrey Hepburn es, creo, con la que más identificada me he sentido. Sus miedos, sus inseguridades... (desde luego no ha sido por su estilazo).
La suya es una de las historias de este libro que más tristes me han parecido... Valía su peso en oro y más, tanto por talento, como por belleza, como por su humanidad. Pero consiguió poco de lo que se propuso y montañas de lo que no se propuso ni, en realidad, le interesaba demasiado. Aún así estaba agradecida, supo aprovecharlo y sacar lo positivo de todo ello. Una conducta a aprender, desde luego.


Por último, Jackie Kennedy... Tampoco de ella sabía demasiado... Pero, a pesar de que parece realmente tener una maldición por perder a tanto ser querido en condiciones tan trágicas, también me ha gustado saber de ella que era una mujer preparada, preocupada por su formación y por no ser sólo una estupenda ama de casa, sino una persona lo más completa posible en todos los aspectos: cultural, emocional, familiar... Me ha parecido un personaje fascinante. De hecho, no sé demasiado (vale, no tengo ni pajolera) acerca de política norteamericana, pero creo que una mayoritaria parte del éxito profesional (en las urnas y, posteriormente, en el desarrollo de sus funciones) de su marido se lo debe a ella. A ella, a la mujer a la que engañaba de forma constante. Esta es la única parte que no me ha cuadrado de este personaje: según dicen en este libro, a ella no le importaban esas infidelidades mientras no se hicieran públicas. No me pega nada con una mujer tan entera, tan válida. Aunque puede que en esta forma de pensar haya bastante influencia de la educación que le dieron de pequeña (ahí si la educaron para ser una perfecta esposa).



Como decía al principio: vidas memorables, llenas (algunas sólo de dinero), que merece la pena conocer. 
La narrativa no es brillante, pero sí suficiente.

sábado, 13 de octubre de 2012

El Apagón

Bueno, pues otra vez al Alameda anoche... a ver si sacan la tarjeta de fidelización pronto y me dan puntos para una Coca-Cola y esas cosas que nos hacen ilusión a las coleccionistas de tarjetas fidelizatorias.

"El apagón" es una obra divertida, una comedia de enredo con un tipo de humor simplón, muy "Benny Hill". Es decir, humor del de desconectar el cerebro, olvidarse de preocupaciones, complicaciones ni complejidades argumentales y reírse. (Había un señor un par de filas detrás de nosotros que debió estar al borde del infarto por carcajada. Le iba a dar algo.)
A mí no es el tipo de humor que más me gusta (soy algo especialita y repelente, ya sabéis), pero aún así pasé un buen rato, no me reí de continuo, pero algún punto sí me hizo soltar la carcajada, y ante todo me divirtió el show que montan, y la estupenda interpretación de la que hacen gala.

Uno de los motivos que me movió a comprar la entrada, al leer el argumento, es ver cómo podían hacer entender al público (sin decirlo directamente) que, aunque el escenario estuviera iluminado, ellos estaban en pleno apagón y no veían ni torta: no se veían ni unos a otros. Es algo que desde el minuto 1 queda claro gracias al juego de luces invertidas: cuando se supone que ven, está a oscuras, y cuando se supone que no ven nada, está perfectamente iluminado... cuando se supone que ven un poquitín hay penumbra.

También me parecía interesante ver cómo se supone que actuamos cuando creemos que no nos ve nadie, y ahí la interpretación resulta un pelín exagerada para mi gusto. Debo decir que, salvo el papel del padre de la novia, un militar de mal carácter, que me pareció ya demasiado-demasiadísimo, los personajes están fenomenal, y de ellos destacaría el papel de la vecina, Miss Furnival, bordado por Aurora Sánchez, y el de Harold, interpretado por Diego Molero, que, para mi gusto, ilumina la obra desde que aparece: hasta que llegó su turno de salir a escena para mí la obra no era demasiado divertida, salvo por algún golpe de Miss Furnival... pero desde que llegó Harold, el vecino... mejoró enteros.

Ver a uno de los GRANDES (para mí), Gabino Diego, encima del escenario, también tenía su aquel, y la verdad es que no defrauda nada: está absolutamente metido en el papel, en ningún momento me dio la sensación de interpretación (salvo cuando "se caía" y esas cosas, claro), y eso, para mí, define a un actorazo. Como ya me he soltado, y me he aficionado a saludar a los artistas al final, me hubiera encantado quedarme a saludarle a él, pero tenían otra función una hora después: no procedía.
(Para los que veáis Modern Family: 
Gabino Diego es Luck de mayor... ¿que no?)

La obra dura en torno a una hora y media, y como digo, es un continuo de golpes de humor simplón: no paran en ningún momento.


Bueno, y por petición del público inauguro etiqueta en el blog: Crítica gastronómica.
Y aprovecho que anoche salí para incluirla aquí:
Estuve en un local de Benalmádena que me gusta bastante, por su ambientación y por su carta. La atención es muy buena también.

Se llama "Érase una vez...". Con ese nombre, claro, es ideal para ir después del teatro...

Siempre que voy allí pido la Fideuá "00" al nero di sepia con gambas pil-pil con una copita de buen vino. Y algo más, generalmente, pero ése es "el obligado".

Tienen cocina original y de calidad tanto para picotear como para sentarse a comer "con cuchillo y tenedor" y terminar hartito. La vinoteca es muy buena, y también tienen cocktails, que aún no he probado, pero no será por falta de ganas. Espero no tardar en hacerlo.

Así que, si pasáis por Benalmádena, os recomiendo que hagáis paradita allí.

lunes, 8 de octubre de 2012

El poderío materno

Hay algo que aprendí hace mucho, vi los primeros casos (crueles incluso a veces) en mi propia familia. Las madres, como seres humanos, tienen defectos, y uno de ellos (que no tienen todas, afortunadamente) es disfrutar del placer, la sensación de poder, que debe suponer dirigir los afectos de otro(s) ser(es) humano(s).

Así, he visto muy cerca cómo alguna madre, por inquina personal o simplemente porque no le caiga bien cierta persona (familiar o no) va dirigiendo y manipulando la información que les llega a sus hijos acerca de esa persona, y poco a poco, por más que la otra persona quiera a esos menores y se esfuerce en demostrarlo, va dando forma a lo que piensa (y por tanto siente) el niño hacia el tercero en discordia, y en la mayoría de los casos afectando a esa relación para siempre.
No sé si en estos casos son conscientes de que, quien resulta más afectado, es el niño, no el objeto de su manía personal (aunque sí le pueda doler algo, desde luego). Quiero pensar que el disfrute de la "orientación afectiva" o la manía a la otra persona no se lo deja ver.

Evidentemente, mi opinión al respecto está entre la repugnancia hacia ese comportamiento materno y la pena hacia las dos partes: madre y churrumbel(es).

Una persona que prioriza sus simpatías personales ante el bien y la correcta educación de sus hijos debe andar
bastante tocada por la zona de la autoestima, y desde luego el ser humano que está formando va a cojear más que yo... aunque no se le note al andar.

Esto vuelve a tocar el tema que muchas veces comento: mi opinión de que los padres biológicos deberían superar las mismas pruebas que los adoptivos para poder quedarse con lo que venga.
En casos como éste, probablemente la madre 
no pasara del primer psicotécnico.

jueves, 4 de octubre de 2012

Mi botón "secreto"

Bueno... "secreto"-"secreto" no es... Y desde ya digo que, a quien le guste la idea, la puede copiar sin problema... A mí me resulta práctica.

Todos tenemos gente en nuestra vida que, o no aporta nada, o lo que aporta no es agradable, interesante, productivo... ni positivo en ninguna de sus facetas. Y cada uno decide qué hacer con esas personas, qué puesto darles en su vida: enemigos, molestias, amargura... o hasta disfrute, que de todo hay en la Viña.

Hace ya un tiempo yo activé un botón dentro de mí que cierra compuertas. Cuando me topo con alguien así en mi vida, simplemente presiono y la compuerta se cierra (cuando me lo puedo permitir, claro).

Familiares, vecinos, amigos que desengañan o que simplemente van dejando de serlo, que la amistad no tiene por qué ser eterna...

Me gusta tener la relación más agradable o interesante posible con quien me relaciono, o al menos que esa relación aporte algo: no siempre es el dulce lo que ayuda a crecer. Cuando veo que no es así... a veces lo intento por otro camino, o a veces directamente "cierro compuertas". Según mis ganas, mi interés en la
relación en particular y otros muchos factores.

Que cierre compuertas no implica enemistad, odio, venganza, enfado ni nada. En realidad es exactamente eso: no implica NADA. Ni bueno ni malo. Simplemente, mantengo a esa persona fuera de mi vida (lo más "fuera" que permitan las circunstancias).
Curiosamente, me he encontrado con reacciones algo extrañas: a veces, una vez cierro compuertas, la otra parte me declara la guerra (a la que no suelo responder, ya no me merece la pena), o se dedica a intentar hacerme saltar, Dios sabrá por qué... ¿Qué interés pueden tener en ello? Bah, cosa suya.

Como experta cabezona, suelo tardar en tomar la decisión, a veces tengo que tener delante de mí un póster 3D que enumere los motivos por los que esa persona no me interesa en mi vida. A veces tardo demasiado. Hasta sufro en vano por ser lenta. Pero mis compuertas, una vez cerradas, es dificilísimo volver a abrirlas. Al igual que me cuesta decidir cerrarlas, me cuesta decidir abrirlas. Y si imperiosos tienen que ser los motivos que me lleven a pulsar el botón... mucho más imperiosos tienen que ser los que me hagan cambiar de idea, porque para cerrar compuertas tengo botón, pero volver a abrirlas... tiene que ser a pulso. De hecho, creo que sólo he cambiado de idea 2 ó 3 veces en mi vida.

A mí me funciona, me siento en paz: cuando decido que no me interesa seguir manteniendo el contacto con alguien, no me convierto en su enemiga, ni me peleo, ni me dedico a eternizar la relación puteándonos mutuamente y convirtiéndola en una guerra interminable. Eso supone un desgaste tremendo. No. Cuando veo que alguien no me interesa cerca, cierro compuertas, y a otra cosa, mariposa.

Ah, nuevamente quiero especificar (para evitar malos entendidos debidos a extrañas susceptibilidades) que este post no va dirigido a nadie en concreto. Es un tema del que he estado hablando con una amiga, y me ha apetecido escribir un post sobre ello. No es una indirecta para nadie.
Yo no envío indirectas: 
o digo las cosas directamente, o cierro compuertas.

miércoles, 3 de octubre de 2012

La tienda de los suicidas

Compré este libro con ganas: había leído muy buenas críticas, hubo una temporada en que me lo cruzaba por internet, en revistas, en las librerías... Un exitazo, vamos.
Y no sé si es que está absolutamente sobrevalorado, si es que ha tenido la mejor campaña de promoción del mundo literario, o que yo he subido demasiado el listón (que tampoco me extrañaría: los 3 últimos libros que me he leído no los he comentado por aquí porque me han parecido flojuchos-flojuchos).

En el caso de "La tienda de los suicidas" debo decir que empezaba en un término medio: desde ahí podía subir mucho o bajar
mucho. Una pena que le diera por lo segundo. 

La temática elegida es peligrosa: pocos escritores (que yo haya leído hasta el momento, sólo Terry Pratchett) han conseguido tratar la temática mortuoria con gracia auténtica, el humor negro no es una herramienta fácil, y elegirlo puede hacernos triunfar o fracasar estrepitosamente, no suele dejar indiferente.
En este caso, la idea "base" me ha parecido simpática: con una buena dosis de talento y buen estilo narrativo, se podía sacar algo bueno de ahí.
Pero de estilo narrativo no me ha parecido que vaya sobrado, aunque haya escrito (y publicado) más libros a parte de éste: no suele ser una buena unidad de medida del talento literario... algún autor conozco con casi 10 libros en el mercado que deja mucho que desear...
Y en cuanto al talento... pues bueno: si lo tiene (que puede ser), mientras escribía este libro le abandonó. Quizá después lo haya recuperado, esto del talento va así...

También puede ser que, después de tanta promoción y buena crítica, esperaba muchísimo más de esta lectura. No esperaba un Dumas, ni mucho menos, pero sí algo ingenioso, con más "chicha".
Bueno: otro chasco a la colección.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Mentiras, medias verdades, cuartos de verdad


Conocía ligeramente las viñetas de Eneko (aunque no les ponía nombre), pero no había leído ninguna especialmente buena, casualmente.
Cuando vi este volumen en una tienda, lo ojeé y me sorprendió gratamente: decidí llevármelo.

Lo que más destaca de esta recopilación de viñetas es el nivel tan alto de expresividad que se puede llegar a alcanzar con algunos trazos esquemáticos y un título. Sólo con eso se puede hacer reír, se puede sorprender, se puede hacer una crítica profunda que a otros les llevaría un par de horas de discurso, se puede hacer pensar... Pero hay que tener el talento para saber qué trazos mezclar con qué títulos.



Son viñetas muy agudas, muy expresivas y muy críticas.



viernes, 28 de septiembre de 2012

Más allá de la imaginación

Después de la experiencia de "No vengas solo" debo reconocer que iba con miedito.

Vamos, hasta el punto de que, cuando empezó la función y apagaron del todo las luces, me agarré a la mano de Dani como si me fueran a hacer la cera, o algo.

Pero este espectáculo es completamente diferente, no da miedo, aunque sí intriga mucho. Y, de la forma que tenemos de ser muchos humanos, que vamos "a pillar", pues te fijas, y te fijas, a ver si pillas el truco, porque lo que hace... vamos, tiene que tener truco. Porque la telepatía y esas cosas... no existen, todos lo sabemos, es evidente. Pero claro... con los "trucos" de este espectáculo (¿o son demostraciones de algo...?)
nos demuestra que algo "raro" sí existe... ¿O sólo son buenos trucos?

Es un show muy interactivo, el público participa en buena medida, pero como mucho te pones nervioso, no da miedo ni hace nada desagradable. Eso sí: si os saca, intentad no estar nerviosos, porque eso le complica a él el desarrollo del espectáculo (ayer una de las chicas que participó estaba nerviosísima, y bueno... se notó en el ritmo).

Hay un par de números que me impactaron especialmente, porque ya no se trata de "adivinar" lo que alguien está pensando, o un objeto que esté escondiendo... ya se trata de manipular su mente. Hacer creer a alguien que se le está tocando, cuando ni por asomo, por ejemplo... O hacer que alguien piense en algo a decisión del "manipulador". Me hace plantearme... ¿a cuántos de estos estímulos estamos expuestos cotidianamente sin, desde luego, ser conscientes de ello?

Si en el show que vimos el año pasado salí con el corazón encogido, anonadada, con miedo incluso... de éste he salido dándole muchas vueltas a la cabeza... ¿Cómo? ¿Dónde ha podido estar el truco en este caso? En este asunto quizá tenga un cómplice, o parece que lo había visto antes... Pero en este otro... ¿cómo narices lo ha hecho? ¡No hemos podido ser los únicos que compraran la entrada y que todos los demás estuvieran compinchados! No debe salir rentable, y menos al precio que han puesto las entradas (se agradece, en los tiempos que corren).

Y digo "el show que vimos el año pasado" y no "el show del año pasado" porque, si no me equivoco, va con varios shows a la vez por diferentes ciudades: aquí está (hasta el domingo, creo) con "Más allá de la imaginación", pero sigue representando otros shows, como el "No vengas solo" en otras, en la misma temporada. Eso sí que es un buen truco, y ya no como mentalista, sino como artista, en este caso, sí que me pregunto
¿CÓMO NARICES LO HACE?

Bueno, y para dar un poquito de envidia, diré que después tuvimos el placer de saludarle e inmortalizar el momento:

Qué chiquitita soy, leche...

Espero volver a verle pronto en el Alameda, y con otro show no-de-miedo, 
a ser posible.
Los que tengáis oportunidad, no os lo perdáis, porque se pasa un rato muy divertido, no es una tarde tirada.


domingo, 23 de septiembre de 2012

Estoy traumatizada

Vamos, no es nada nuevo... simplemente, una conversación informal que mantuve ayer me puso delante de los ojos lo que ya sabía... pero me hizo verlo con contundencia.

Todos sabemos que hay "lissstos", caraduras, "malasangres" y hasta malas personas por el mundo. Pero ayer me sentí abrumada al darme cuenta de la proporción que hay de ese tipo de personas frente a lo que yo considero normal, es decir, los que vamos a nuestra bola y, si es posible, no puteando al que nos cruzamos. No se trata de ser santo, ni siquiera buena persona. Se trata simplemente de no ser malo, y menos aún sin propósito secundario... vamos: que puedo llegar a entender al que hace daño a otra persona en su carrera por un objetivo (para algunas personas "el fin justifica los medios"). Pero el simple trolleo, el simple te voy a hacer daño porque sí, porque me ha dado por ahí... No me entra en la cabeza, no soy capaz de comprenderlo. Y la abrumadora cantidad de gente que lo practica me bloquea. "Perturbados" siempre ha habido, pero se supone que son una excepción, y que suelen serlo por algún trauma previo o algo así... pero que tantísima gente se dedique a perder tiempo y energías en hacer mal a otros, sin más propósito que ése, ya no es cuestión de "perturbados", sino, quizá, de sociedad, humanidad perturbada... Y aún así me cuesta comprenderlo.

Ya no me voy a poner a hablar de qué tipo de sociedad estamos construyendo, o destruyendo. No voy a darle vueltas a lo que dejamos a las futuras generaciones (que, francamente, queridos, me importa un bledo). Es que en las distancias cortas esto está tomando tintes guerreros.
Si, cuando me cruzo con mi vecino, en lugar de decir "buenos días" y seguir a mi bola lo que hago es mirarle mal, estudiar su vestuario para luego criticarlo con los demás, ponerle la zancadilla o hasta escupirle (no hablemos ya de si va cargado con bolsas ofrecer ayuda ni duros retos similares... no nos vayamos a los extremos, por Dios)... ¿Qué puedo esperar que haga a cambio? ¿Que se aguante? ¿O que la próxima vez que nos crucemos golpee primero?
¿Qué narices nos hemos creído al comportarnos así?

Definitivamente soy demasiado gilipollas para vivir en una sociedad como ésta, porque no valgo (ni quiero valer) para entrar en ese tipo de juego, pero me rodea, me termina afectando porque los demás sí lo practican conmigo (y, como no se la devuelvo, se divierten más y aprietan, aprietan, aprietan...). Si me dejaran tranquila y se limitaran a jugar con quien les fuera la marcha como a ellos, probablemente se divertirían más, encontrarían sus propios retos... Pero no.

Sólo espero que se cansen pronto de mí para esto. Ya que para otras cosas no están ahí, para este tipo de tonterías podrían ignorarme también... aunque supongo que esto es parte del jueguecito...

Cada día tengo menos fe en la sociedad, en la gente que me rodea...
Y eso es triste para alguien como yo (empiezo a entender por qué cada día hay más sociópatas, es una buena protección ante estas actitudes... Pero para eso tampoco valgo).

...Va a ser que sí me estoy volviendo un poquito loca...

jueves, 20 de septiembre de 2012

Chucho, otra vez

Otro concierto de Chucho.
Parecía, en principio, más tirando a lo clásico que el que ofreció en Alhaurín, al recital de piano brillante, en un teatro, con su traje de chaqueta y sus castellanos de charol.
Lo parecía, en serio.
Aunque nos hiciera vibrar con temas de Calle 54, con el clásico (pero nunca suficientemente escuchado de sus manos) Manisero, el Bésame mucho, Liza...



Las notas que arrancaba a ese pedazo de piano no parecían de piano...
Es como si unos duendes se hubieran metido un ratito antes a afinar el instrumento, y le hubieran conferido poderes mágicos, sonidos nunca arrancados antes a un piano, ni siquiera alguien con la esquizofrenia manual que padece Chucho (que espero no se deje tratar nunca)... Una mano está tocando una melodía clásica y la otra se arranca por peteneras, se vuelve definitivamente loca y hace que, con las notas musicales, a través de las vibraciones sonoras, se ericen todos y cada uno de los pelos de tu cuerpo.



Y entonces llega el descanso en el Teatro Cervantes. Es un acto benéfico, a favor de Cudeca, así que se nota quién está allí por politiqueo y quién ha ido, solidariamente o no, a escuchar al Maestro. (Me hizo mucha gracia, una "Mari" que se enganchó al móvil nada más salir, mientras bajaba por las escaleras del teatro, y le contaba a alguien que "había estado muy bien, ¡pusieron hasta un vídeo de Antonio Banderas...!" -promocionando Cudeca-). A cada uno le llama la atención una cosa.

Después del descanso, retomamos... Otro puñado de temas, entre ellos "Esta tarde vi llover", y sale la artista invitada: Concha Buika, de la que sé poco, soy sincera. La he escuchado alguna vez, en youtube siempre, una voz muy peculiar la suya, sí...
Viene con un precioso traje de noche, de gala, negro con brillos, un escote de vértigo y una raja en la falda más vertiginosa aún, cola, tirantes de gasa, un girasol en el canalillo, y descalza. Y escasamente peinada, una melenaza castaña hasta la cintura bien desenredada, pero poco más.



Y se pone a cantar. Y HOS-TIAS. No puedo decir mucho más. El torrente de voz que derrocha me epata. Tiene un gesto casi nervioso, tocar el micro como para comprobar que esté encendido ¿PARA QUÉ? No necesita en absoluto un micrófono. Tiene una potencia de voz que hace que se salten las lágrimas.

Desde mi palco, escuchando la mezcla de Chucho con Buika, siento congoja. Cómo no sentirla con semejante derroche de buena música, de locura, divina locura.
No quiero que termine nunca este concierto. Quiero que lo den a diario, para ir a verlo todos los días del resto de mi vida. No quiero dejar de escuchar esta maravilla nunca.

Pero se acaba, como todo lo bueno.

Abajo, en el hall del teatro, venden el CD + DVD "Clásicos cubanos" y anuncian que Chucho los firmará en un ratito. Locura. La solidaridad ya la hemos ejercido comprando la entrada, ahora a empujones hasta con la coja ésta del bastón. Cómo somos.
Bueno, evidentemente, me quedo para comprarlo, para que me firme y para hacerme una foto con el Maestro... En ese momento me temblaba desde el labio hasta las rodilas, pasando por la mandíbula, las manos y hasta el alma.


¡¡QUÉ NOCHE!!

lunes, 17 de septiembre de 2012

Animales amistosos

Oh, qué raro, una entrada sobre un cómic de animalitos, gatos entre ellos. ¿Qué me está pasando, doctor?


Bueno, después de esta muestra de superpoderes en relación a la lectura de vuestras mentes, os cuento: Este cómic (bueno, el hecho de que lo haya comprado y leído) es consecuencia de otro buen consejo de Marta, a la que voy a tener que hacer más caso. Cada vez que hablemos, voy a tener preparado un bloc de notas y un boli... porque por lo que veo, merece la pena.
He empezado la saga de forma raruna, porque, según he investigado, hay 3 volúmenes, y he empezado por el segundo. Pero no creo que afecte a la comprensión del argumento...

Me han encantado estas viñetas: graciosas, algunas tiernas, otras ácidas...





Con algunas empatizaremos más los que compartimos nuestra vida con algún "animal amistoso":


Pero desde luego, si me han gustado las viñetas, el autor ha terminado de conquistarme (y convencerme para que me haga con los otros 2 tomos de la colección) es el hecho de que haya aprovechado estas páginas para sensibilizar, a parte de hacer reír...


En un tema que insiste en varias ocasiones a lo largo del libro es en el de los refugios... Hay algunas historietas que requieren varias páginas de viñetas, por eso he seleccionado estas dos, más resumidas:



sábado, 15 de septiembre de 2012

Porque éramos jóvenes




Anoche (bueno, más bien esta madrugada -lo que culturiza un buen dolor de cadera, oye-), al terminar este libro, tuve la sensación que de acababa de recibir una lección magistral de narrativa.

Este libro, que recomiendo encarecidamente, tiene un argumento "abierto": Habla de David, y al final... bueno, digamos que perfila lo que pudo ser la historia, pero también deja mucho a la libre interpretación del lector.

Se lee muy fácilmente, quizá por su estructura (que me ha parecido maravillosa):
Cada capítulo se subdivide en 3 apartados:

  • En el primero, Annick escribe una carta a David, desde Nueva York. Estas cartas abarcan desde 1958 hasta 1974. Es la parte que más párrafos me ha hecho subrayar, no sólo por su estilo narrativo, sino por las interesantísimas teorías "vitales" que plantea. Me gustaría mantener correspondencia con alguien así de inteligente, esas personas te hacen crecer.
  • El segundo apartado es, digamos, el tiempo "presente", y lo sigue protagonizando David, pero él ya ha muerto: protagoniza a través de las conversaciones "rememorativas" que tienen Genoveva, su mujer, y Julián, su mejor amigo.
  • El tercero empieza mucho antes: en la infancia de David. Habla ahí de cómo llegó hasta donde llegó, ahí sí aparece como personaje.

En este libro se aprende también mucho de las relaciones sociales "de la época": cómo se afrontaba la amistad, el matrimonio, la relación con los padres... es un reflejo interesante de observar.

Algo que me ha hecho "gracia" encontrar es una teoría... que tenía yo de pequeña, y que, a su manera, uno de los personajes también tuvo. Su teoría era que eran tan felices que debían meter una pequeña cuota de desgracia para que esa felicidad se mantuviera... La mía, adaptada a mi situación de aquella época, era similar, pero menos ambiciosa: cuando había algo bueno en mi vida, tenía que haber algo malo que lo complementara o lo superara para... no sé si ser merecedora de eso bueno o qué, pero vamos... algo así.

Como muestra, algún botón. Aquí transcribo algún fragmento que me ha maravillado:

  • "Escucha como si te abrazara y pudieras quedarte entre sus brazos todo el tiempo que quieras. No tiene prisa y espera sosegado, porque sabe que no existe el tiempo."
  • "Nunca debiéramos descuidar la amistad, más preciosa, más generosa que el amor. Pero la amistad exige un cultivo fatigoso, un permanente cultivo basado en el conocimiento y la mutua aceptación de que lo más importante de nosotros no pertenecerá nunca al amigo, no se entregará al amigo, sino al otro ser, difícil y exigente y muchas veces cruel, que es el amado".
  • "Hay tres planos distintos de nuestro yo: lo que mostramos, lo que parecemos a los demás y lo que realmente somos. Rara vez coinciden los tres planos."
    • Esta frase define perfectamente la estructura del libro.
  • "A veces también yo reflexiono sobre todo lo que creí perder contigo. Pero es absurdo. Hay una parcela de sueño en la que albergamos futuros no vividos, creados por nuestra fantasía."

Bueno, podría seguir hasta transcribir casi todo el libro...

El caso es que es una novela preciosa, profunda, íntima... de las que hacen pensar, cogen algún pellizquito por dentro... En ese sentido me recuerda a las de Carmen Martín Gaite. No en vano eran, creo, amigas (al menos de Ignacio Aldecoa, marido de Josefina R. Aldecoa, sí lo era...).

miércoles, 12 de septiembre de 2012

El perfecto anfitrión









No sé si anteriormente he hablado en este blog de Carlos García-Calvo, uno de mis ídolos desde la primera vez que le vi en televisión, el único que evitaba mis siestas cuando sintonizaba TeleMadrid y ponían aquel... "programa": "Con T de Tarde". Esas siestas en las que solía tener pesadillas y de las que me solía despertar con resaca, no por haber bebido alcohol, sino por el tonito nasal agudo de Terelu, su presentadora, que se me metía en la cabeza y hacía más presión que una sesión de hipnosis.

Bueno, como digo, la primera vez que vi a este colaborador aluciné pepinillos. Me entusiasmé. Y mi fanatismo hacia él ha ido a más, creo que nunca me ha decepcionado.
Para quien, incomprensiblemente, no sepa de quién hablo, diré que Carlos García-Calvo es periodista, especialista en protocolo y personajes destacables (de los buenos, nada de "famoseo"), tiene su propio blog en Yo Dona (que tarda demasiado en actualizar para mi gusto y para mi impaciente espera entre entradas) y colabora con revistas, como Telva, y diversos programas de televisión (en TeleMadrid, así que ha sido una de mis grandes renuncias al venirme a vivir aquí) y ha escrito otros libros a parte de éste, tales como "Cómo ser una mujer A y ponerse el mundo por chapeau", "No comas el postre con cuchara y otras instrucciones de vital importancia", "Cuéntaselo a Rosi" o "Te vestiré como a una Reina" (estos dos últimos ya están en camino a mi pila).

Para mí, no sólo sus conocimientos son admirables (conocimientos que a ninguno nos valdrían en nuestra vida, ni en nuestros mejores sueños, pero nosotros somos chusmerío), es que su manera de hablar, de expresarlos, es... sublime, inimitable. (Por ejemplo, él no habla de "La Pantoja", sino de "La Pantouche"... ). Sirva de muestra este vídeo grabado con ocasión de la presentación del libro que acabo de terminar de leer:



Uno de sus vídeos míticos es éste, en el que explica la idoneidad de llevar gafas de sol:


Carlos García-Calvo no sólo es sublime. Es que, aprovechándolo, tiene un sentido del humor fino de pillar, y juega mucho con eso... Me encanta la gente que va de superior y puede hacerlo. Son tan pocos...

Bueno, este libro, a parte de todo, es muy útil: dentro de que los consejos son para gente que lleva una vida que el 95% de los españolitos no podremos soñar jamás con llevar, son ideas que siempre se pueden adaptar... Además, hay que saber comportarse en cualquier circunstancia...
La lectura, además, fascinará a los amantes de la fantasía y la ciencia-ficción por explorar un terreno nada trillado entre sus autores de cabecera, es también idónea para los fans en secreto de Teresa Gimpera.

Para que os hagáis una idea de lo que podréis encontrar en estas páginas, os transcribo los títulos de los capítulos:

  • Palabras preliminares
  1. Capítulo donde se detallan todos los elementos que deberá manejar el perfecto anfitrión.
  2. Capítulo que explica cómo lograr la puesta en escena perfecta cuando recibes amigos en casa.
  3. Capítulo sobre las distintas formas de agasajar a tus amigos en la gran urbe.
  4. Capítulo en el que se dan ideas de cómo recibir a tus amigos en tu casa de campo, veraneo o fin de semana.
  5. Capítulo en el que hablamos de las comidas que puedes ofrecer a tus amigos en el campo.
  6. Capítulo donde hablo de la fiesta campestre multitudinaria, esa "kermesse" heroica a la que, en un arrebato de locura, has invitado a tus parientes, amigos y vecinos con sus niños e incluso perros para quedar bien con todos de golpe.
  7. Capítulo en el que se detallan las cosas que uno deberá tener en su casa de campo, playa o fin de semana para cubrir todas las eventualidades.
  8. Capítulo en el que se habla de lo que llevarán puesto en anfitrión o la anfitriona perfecta. Y, sobre todo, de cómo deberán asistir sus invitados.
  9. Capítulo en el que hablamos de las grandes ocasiones, como Nochebuena y Nochevieja, sin olvidar el domingo de Pascual, en el que puedes organizar una espléndida merienda para tus hijos y sus amigos.
  10. A continuación, unos consejos muy útiles para acabar de ser el anfitrión perfecto ordenados alfabéticamente.

  • Palabras finales.

¿A que os morís de ganas de leerlo? 
¿No? Pues deberíais. En serio.

domingo, 9 de septiembre de 2012

No es que me esté volviendo atea...

Acabo de, sintiéndolo mucho (en serio), ahogar en agua un buen puñado de hormigas que se estaban dando un festín con las sobras de la latita que les puse antes a mis gatas.
Y me ha dado por pensar (cosa de las drogas, probablemente) si las hormiguitas que dejen en este piso de lágrimas pensarán "¡Qué cabrones los humanos! ¡No estaban haciendo nada malo! ¡Eran sobras, las iban a tirar! ¡Estaban ahí para llevar a sus familias algo que comer!" o más bien algo del tipo "Es la providencia, los Dioses lo han querido así... blablablabla".
¿Alguna vez, alguna de las hormigas, habrá dicho a las demás que ella en realidad es un humano que se ha hecho hormiga para que se sientan mejor, o algo así?

No es que me esté volviendo atea, pero a veces me da por pensar estas cosas...
Loca sí me estoy volviendo. Un poquito.



Afán de gloria

A veces es bueno tener esta memoria de pez amnésico. Porque, desde que leí la contraportada hasta que le ha tocado su turno en la pila a este libro, se me olvidó de qué iba.

Desde que leí "Los caballos cojos no trotan", cuando veo un libro de Luis del Val, lo compro, sin pensármelo, sin dudar, sin mirotear el argumento a ver si puede que me guste o no... Y después de leer "Las amigas imperfectas" ya lo hago a ojos cerrados.

Sin embargo, al principio de esta lectura, las primeras páginas, cuando te ambientas... empecé a sospechar de plagio. Me parecía que, por la fecha en que había sido escrito (2009, según el registro de ISBN, probablemente algo antes), y según lo que estaba leyendo (un niño que se va de su casa bajo los cuidados de un personaje notable, la época...) podía estar aprovechando el tironazo de las aventuras del Capitán Alatriste (con su éxito editorial y cinematográfico). Evidentemente, me estaba equivocando estrepitosamente, pues nada más lejos de la realidad... no sólo por cómo sigue el libro, sino por la nota que incluye al final, en la que explica el por qué de escribir "Afán de gloria".

Bueno, sospechas sospechosas a parte, lo bueno que tiene mi ignorancia, lo bueno que ha tenido en este caso el no recordar la contraportada, es el mayúsculo sorpresón que me he llevado cuando, mediado el libro, Íñigo, el protagonista temerario y mujeriego, se me iba a convertir en Ignacio de Loyola. Ahí fue cuando miré la contraportada y releí el prólogo y comprendí.

A parte de la narrativa de Luis del Val, que a estas alturas no es cuestionable, me ha gustado mucho la estructura de la historia, algo así como: -> | <-. Es decir: empieza con una línea temporal "normal", del pasado hacia el futuro. A mitad del libro, cuando tiene lugar la "transformación", hay un parón, que continúa hablándonos de la vida del protagonista, pero partiendo de su final, rememorando cómo llegó hasta allí desde el punto de inflexión que supuso su cambio.
Y esa "segunda parte" de su vida es, si cabe, mucho más azarosa que la primera, con todos sus escarceos amorosos, sus intrigas palaciegas y sus batallas militares.
He leído unas cuantas "vidas de santos", hace ya unos años, y debo decir que terminé hartita de ellas... pero ésta.... supongo que tanto por la vida, como por que está novelada, como por quién la ha escrito (y por tanto cómo), me ha fascinado.
Si este libro se utilizara como complemento para explicar, en Historia, la época de Carlos I, del Luteranismo... el tránsito de la Edad Media al Renacimiento, a los estudiantes "de perfil bajo" les quedaría muchísimo más claro.

Por estas páginas no sólo pasea Ignacio de Loyola, sino Germaine de Foix, Fernando el Católico, Carlos I, el mismísimo Miguel Ángel, Calvino, Erasmo de Rotterdam, Pablo III... entre otros muchos personajes reales e inventados.

Pero a parte de la discusión de cuánto puede tener de novela y cuánto de biografía, es una lección de fortaleza, primero física, y después de la otra, de la buena.



Bueno, "Afán de gloria" a parte, quiero decir que, desde que escribí acerca del último libro (los Cuentos de Ana María Matute) hasta ahora, he leído un par de libros más, otro par de cómics y, cosa rarísima en mí, en este intervalo he llegado a abandonar la lectura de 3 libros. Me hubiera gustado comentar aquí las reseñas, como vengo haciendo hasta ahora, pero no he podido (a veces por tiempo, a veces por "presencia de ánimo"). Alguno merecía la pena, me hubiera gustado recomendarlo, a ver si saco algo más de tiempo y lo pongo por aquí.

domingo, 26 de agosto de 2012

Ana María Matute: "Todos mis cuentos"

No es ningún secreto el inmenso mundo infantil de Ana María Matute: a pesar de su edad (debe andar por los 87 años) conserva en su corazón más mundo infantil (con sus ilusiones, su fantasía, sus misterios, su inocencia...) que muchos adolescentes.
Leer los cuentos (y muchas novelas) de Ana María Matute invita a un ejercicio de "retorno mental", de arañar la capa dura que se va haciendo en el corazón para disfrutar toda la aventura que nos están contando, y comprenderla del todo. En uno de sus cuentos (el maravilloso "Sólo un pie descalzo") hay un párrafo memorable que habla de cómo se endurece el corazón (de una niña, en este caso):

"Las lágrimas que no vertía ante los demás fueron rodeando poco a poco su corazón, puesto que caían hacia dentro. Formaron una cobertura, como una urna de cristal, que lo separaba y protegía. Y fue alejándolo, también cada vez más, de cuanto la rodeaba."

De esta recopilación, destacaría "Caballito Loco", "Carnavalito", el mencionado "Sólo un pie descalzo", "El verdadero final de la Bella Durmiente"... pero, ante todo, "El polizón del "Ulises"" y el (creo) insuperable "Paulina".

En "El polizón del "Ulises"" habla de un niño abandonado, adoptado por las consabidas 3 hermanas "solteronas". Habla de su mundo interior, sus inquietudes (probablemente heredadas biológicamente), su forma de crecer, las aventuras que todo esto le hacen vivir... Pero lo hace desde un punto de vista muy poco adulto: hay que ponerse en el pellejo del niño que fuimos (te facilita mucho "el traslado" su narrativa) para no pensar en "castigos correctivos", "educación", "locura"... Para no juzgar.

Y Paulina... otra huerfanita (lo que han aportado los huerfanitos al mundo del cuento, ¿eh?) que, tras estar enfermita, va a recuperarse a casa de sus abuelos en las montañas, y de su mano conocemos las diferencias con la vida en la ciudad, el carácter de la gente, lo mucho que aprende allí... muy rollito Heidi, sí... (está escrito en 1969, el plagio es dudoso, aunque Heidi es del siglo XIX). Pero lo auténticamente grande, enorme, inmenso de Paulina es cómo está contado... te tiene el corazón encogido durante todo el relato (más de 100 páginas), en concreto he pasado un par de noches de lectura llorona... pero llorona a mares... Eso sí: no era de "penita". No sé bien qué era. Más que lo que estaba contando, era cómo me lo estaba contando... me encogía por dentro, tocaba (no pinchando, sino con calorcito) "algo"... que me hacía llorar como una magdalena... pero "llorar bien", insisto. Vamos, rítetú de las sesiones de kinesiología y regresiones varias. Con Paulina he tenido que liberar... la leche. Un fragmento de la primera página de este relato, como muestra de la maestría de Ana María Matute para escribir como piensa una niña:

"[...]Porque a mí me gustan mucho los trenes y, aunque parezca mentira, los túneles. Dormir en el tren, despertarte a medianoche, y oír el trac-trac, y sentir el balanceo y pensar: "Estoy viajando, voy a través de campos, quizá de bosques, voy por entre boquetes de rocas, y debe de hacer mucho frío y mucho miedo ahí fuera, tan de noche, ¡cualquiera está ahí en el campo! Y yo, en cambio, aquí metidita, durmiendo. Con sólo levantar la cortina de cuero de la ventanilla, vería todo ese miedo. Pero voy aquí, arropada y durmiendo." Eso me da cosquillitas frías por el espinazo, de esas tan agradables. [...]"

En definitiva: que me han encantado. Los pondría, más o menos, un poquito (muy muy muy poquito) por debajo del nivel, en mi lista, en el que tengo los cuentos de Gianni Rodari.

viernes, 24 de agosto de 2012

Petición

Tengo prevista otra entrada que ya debería haber publicado sobre una Chupifiesta de Verano que hubo en la urbanización el domingo pasado, pero esta semana no he tenido demasiadas ganas de escribir acerca de fiestas, y menos, como pretendía, en tono de guasa: mi abuelo está bastante malito y no estoy muy guasona que digamos... Así que dadme tiempo, pero todo llegará (con fotos y vídeos incluidos).

Pero antes, dados algunos acontecimientos que están teniendo lugar últimamente (sobre todo en lo que llevamos de verano) y ante todo, porque estoy HASTA LAS NARICES, me gustaría hacer una petición especialmente dedicada a las personas con las que tengo algún grado de amistad y/o intimidad:

Vamos a ver:

  1. Somos todos mayorcitos según Hacienda, que es quien manda para estas cosas; 
  2. Se supone que una relación de amistad o similares tiene una base importante de confianza mutua; 
  3. Vivimos en la era de las comunicaciones, y tengo correo postal, correo electrónico, teléfono fijo, móvil, whatsapp, twitter, facebook, blog y más cosas que ahora no recuerdo. Ah, timbre también, sí. 

En base a esas 3 cositas especialmente... si hay algo que hago/digo o dejo de hacer/decir o llega a ti información de algo así... que te molesta, ofende o toca los cojones, creo que lo suyo es que me lo digas, con cariño, tranquilidad y "de tú a tú".
Si te ha molestado tanto como para sentir algo parecido a la traición es porque consideras que nuestra relación tenía una confianza que traicionar... y si no lo hablas conmigo, estás haciendo exactamente lo mismo: estás traicionando una confianza. Si no, es que está claro que yo tampoco podía confiar en ti.
Una amistad es algo muy bonito, pero tiene altibajos, y hay que cuidarla por las dos partes. Si no, será otra cosa, pero desde luego no amistad.

Ante todo quiero dejar claro que éste no es un mensaje "en clave" para alguien en concreto (si fuera así, me dirigiría directamente a esa persona), más bien es una declaración de intenciones: han ocurrido (tanto a mí como a mi alrededor) suficientes tontadas que se cargan amistades bonitas como para que quiera dejar esto claro.
Si aprecias a alguien, tienes una amistad con esa persona o un proyecto que te merece la pena mantener, no dejes que se enquisten dudas ni rencorcitos que, si se aclaran, se pueden hablar ("oye, para otra que sepas que esto me ha dolido") o hasta aclarar, porque lo mismo hasta estás viendo humo y pensando en fuego cuando se trata de incienso.
Ahora, si das la amistad por finalizada o perdida, quédate con tu run-run y no se lo digas... entonces sí: ¿para qué?

jueves, 16 de agosto de 2012

Adaptando tradiciones

Bueno, ayer fue el santo de muchas personas, yo entre ellas.
Cuando vivía en Madrid, era tradición aprovechar la verbena de la Paloma y el santo común con mi tía para hacer noche de chicas. Salíamos, comíamos una berenjena de Almagro (me dan mucha alergia, sólo las tomo esa noche), un pincho moruno y mojitos y cubatas a granel. Y limoná. Bueno, lo que vendían allí bajo el nombre de limoná.
A veces, la noche empezaba escuchando alguna zarzuela y cenando en familia, y después ya nos desmadrábamos tranquilamente.
Entre la distancia y otras movidas, hace bastantes años que eso no ocurre.
Y ayer, salvo algunas llamadas de felicitación (que agradecí muchísimo), el día no iba a ser nada especial.
Pero la noche anterior habíamos estado con unos amig-vecinos de mojigaterío... también son madrileños. Y castizos. Bueno, pues hablando de la verbena, de la zarzuela... salió que a las chicas nos gustaba una zarzuelita de vez en cuando. De mariscos y de teatro. Ambas.

Al despertarme de la siesta de lo que parecía que iba a ser un día de santo anodinito perdío, tenía un whatsapp de ella. Que había una Antología de la Zarzuela en el auditorio de Benalmádena, y si me apuntaba a irme con ella. Vamos que sí. Lo que pasa es que no estaba yo segura de que pudiéramos tener entrada a esas alturas, pero había que intentarlo, por supuesto. Lástima que el siguiente fuera día laborable, si no, a falta de verbena, podíamos haber tomado el mojito posterior en cualquier sitio cercano. Pero bueno, como lo habíamos tomado la noche anterior, digamos que fue una celebración "por fases desorganizadas", y así me quedo contenta.

Bueno, intento no enrollarme: el caso es que fuimos. Creímos que íbamos a tener problemas con las entradas, pero alucinamos pepinillos al ver que sólo estaba en algo menos de media ocupación el auditorio. Nosotras bajamos la media de edad un montón. Nos trataron como a reinonas desde que entramos. Uno de los técnicos, muy solícito, se esforzó en que estuviéramos la mar de cómodas, y que no nos faltara de nada. Joé, así dan ganas de ir todos los días. Hasta llevaron ellos la silla (que por la rampita pesaba, la verdad).

La actuación, aunque nos defraudó en el sentido de que esperábamos fragmentos de zarzuela con guión incluido, para quitarnos el gusanillo de oír hablar en castizo, por todo lo demás superó nuestras espectativas: los presentadores (y tenores) eran graciosísimos, y tenían unas voces prodigiosas. En uno de los números, el "Canto a Murcia", nos dejó patidifusas uno de ellos con el pedazo de voz del que presumió.

La orquesta, de gente muy joven, lo hizo fenomenal también.

En la puesta en escena, aunque adaptada a la "humildad" del auditorio (por lo chiquitito y la falta de medios como pueden tener en el teatro para cambiar de escenario, por ejemplo) se lucieron: cambios de vestuario constantes (y buen vestuario), iluminación estupenda, representaciones con mucha variedad de escenificación (desde solos o duetos, hasta cantos corales con toda la Compañía en escena), bailes... Las explicaciones me parecieron interesantísimas (muchas veces conoces una obra por haber ido a verla, o haberla leído, pero no sabes nada de lo que hubo alrededor de su creación, o su estreno).






El punto más flojo, para mí, fueron ellas... La soprano principal tenía buena voz, pero no sé, algo le fallaba (aunque actuaba muy bien y su vestuario fue el mejor)... luego había otra chica, también protagonista, que cantaba estupendamente pero mataba su actuación cómo movía los brazos... Había otras, en el coro, que me encantó cómo actuaban y cómo bailaban... alguna estaba sobreactuada, pero bueno... por lo general bien. Pero sin llegar al nivel de ellos, que, la verdad, pusieron el listón altísimo.

En fin: pasamos un buen rato.

A la vuelta, a eso de las 00:00, vimos fuegos artificiales a la altura de Benalmádena pueblo. Y aquí viene el punto triste de la noche. No sé quién sería el descerebrado (o la descerebrada) que autorizó que en una noche de tanto calor, en la que hacía un viento bastante fuerte, se lanzaran esos fuegos en una zona tan seca... ¿consecuencia? Un incendio importante. Según la prensa de hoy fueron unas 5 hectáreas las que se quemaron. A quien autorizó esa barbaridad le ponía a limpiar la zona y repoblar, empezando esta misma tarde.

A eso de las 02:30 llamé a los bomberos para informarme (no me acostaba tranquila sabiendo que a poca distancia de mi casa había un fuego una noche con tanto viento, y menos después de lo que dice la prensa estos días), y me atendió un chico muy amable, que me dijo que a esa hora estaba controlado (que no extinguido), pero que era gracias a la colaboración de Bomberos y Policía de los municipios colindantes, porque si por ellos hubiera sido, con el poco personal que les han dejado, no hubieran podido hacer nada.
Un final triste para un día que empezó mediocre y se fue elevando.