martes, 18 de diciembre de 2012

El vizconde de Bragelonne

Lectura total y absolutamente recomendable. Se mire por donde se mire.

Vale que ver 2 tomos de unas 950 páginas cada cual, y con un tamaño de fuente 7 u 8 puede tirar para atrás. Pero, habiendo leído las 2 partes anteriores de la trilogía, no cabe lugar a la duda.

Hablar a estas alturas del don narrativo de Dumas sería como hablar de lo oscuro que es el color negro. Pero cabe mencionarla para indicar por qué consigue que semejante tochazo no se haga largo, ni mucho menos. De hecho, al llegarle el turno en mi pila, pensé en leer algún relatito corto suelto entre uno y otro tomo. Pero es que no pude. Imposible.

Hay tantas intrigas inter-relacionadas (palaciegas, amorosas, políticas...), tantos duelos magistrales (a espada y verbales), es tanta el ansia de saber qué va a pasar a continuación... que, aunque haya tardado un poquito en leerlo, no me he visto capaz de interrumpir el hilo narrativo.

Sobre todos ellos, como en las anteriores, está la amistad.

Y (ATENCIÓN: SPOILER), al ser la última entrega, la tristeza, claro. No es que pensara que los 4 amigos fueran a ser inmortales ni en la novela, pero... me río yo de los lectores de "Canción de hielo y fuego" (que yo no he leído) y sus "quejas" por las muertes de personajes queridos o importantes en la trama... no digo más. Que ya lo he dicho todo.

Pero, aún conociendo el final de la historia, merece la pena su lectura, no sólo por la trama, sino por el disfrute de la Literatura, así, con mayúsculas, de que hace alarde.

En la edición he echado de menos algún mapita, pero bueno, para eso está san Google.

En fin: para quien no haya empezado aún con la trilogía, recomiendo encarecidamente que se haga con ella cuanto antes y empiece a darle a la lectura. No creo que nadie que me haga caso (si alguien lo hace) se sienta defraudado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y tú ¿qué opinas?