sábado, 10 de diciembre de 2011

Soy un gato

Pues no ha podido ser.
Qué vamos a hacer. 

Tenía unas expectativas erróneas sobre este libro: pensaba que era el gracioso punto de vista de un gato que vive con una familia japonesa. Pero sólo he encontrado introducciones hechas por un gato (que no me cuadra a mí que los gatos vean así las cosas, la verdad) a los avatares de una familia, que me ha resultado pelín sosaina... 
El fracaso ha sido mío en esta ocasión, está claro: el libro no es malo en absoluto, pero no es ni lo que me esperaba, ni lo que me interesa. Por lo tanto, sintiéndolo mucho, a la página 155 he llegado, y aquí me planto.

Tengo una pila suficientemente agobiante como para atascarme de esta manera con un libro que no estoy disfrutando...

2 comentarios:

  1. Yo también lo dejé casi a la mitad, supongo que algún día lo reintentaré, pero es que me resultó demasiado denso para leerlo en la piscina (me lo regalaron a principios de verano)..así que no eres la única!!

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  2. Un rollo de mucho cuidado. Yo no llegué ni a la 100...ufff. Si alguien tiene problemas de insomnio que me lo pida, que tengo la versión pdf

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