lunes, 13 de febrero de 2012

No empieza muy bien la semana...

Espero que mejore, porque estoy, a primera hora del lunes, más quemada que muchos domingos.

Una de las cosas que me tienen quemada no tiene que ver directamente conmigo. Tiene que ver con una persona a la que quiero mucho. Alguien le está haciendo un daño irreparable, y me jode. Así de claro. Hay personas con muy "mala uva", que no reparan en el daño que hacen con tal de satisfacer su rabia... y su avaricia. Y si reparan en ello, les importa un pimiento.
Le han denunciado por algo que no ha hecho, pero como no hay pruebas ni testigos, y la otra parte sí ha presentado pruebas (falsas), pues lo tiene crudo. Y le puede amargar los próximos 5 años fácilmente. Y tendría que pagar una indemnización a la denunciante, que es lo que, me parece, le interesa.
Yo no estuve allí cuando pasó, pero pongo la mano en el fuego por que no fue como dice "la denunciante". Conozco a la otra persona. Y no es que no la crea capaz de semejante disparate. Pero sí tiene la honradez suficiente como para, en caso de haberlo hecho, dar la cara y contarlo. Y no ha sido así. No es perfecta, pero lo que desde luego no es, es mala persona. Cuenta con todo mi apoyo, y estoy intentando mandarle todas las buenas vibraciones posibles que, por desgracia, es lo único que puedo hacer por ella ahora.



Me da muchísima rabia tener las manos atadas. Tanto para evitar lo que probablemente ocurra, como para inflar (y esta vez de verdad) a la causante de tanto daño.
Sé que la vida se lo va a devolver, y que va a pagar lo que está haciendo... pero ¿quién borra lo que está pasando y, en caso de condena, va a pasar, la otra parte?
Me queman estas cosas, no puedo evitarlo.



El otro tema que me tiene en el disparadero viene del pasado pasadísimo.
Hace mucho, muchísimo tiempo, escribía. Y de estas que te crees que lo haces bien, y algunas personas te alimentan esa creencia, y te metes en el mundillo.
Bueno, entre otras cosas, participaba en una tertulia, que tenía una revista, "Trampolín". Ahí publicaba algunas cosillas. Peeeeeeeeeeroooo... A la hora de transcribir para edición, pues los responsables de la publicación hacían las modificaciones que se les ponían en la mismísima punta, y no consultaban. Y ahí aparecían, cosas que había escrito yo, pero que no eran lo que yo había escrito. Y firmado por mí.

El caso es que hay alguien a quien quería regalar algunas de estas revistas, a raíz de ciertas conversaciones que hemos tenido últimamente.
Y he seleccionado algunos ejemplares, y pensado "antes de pasárselas, voy a corregirlas, para que ponga lo que yo quería poner de primeras, no lo que se inventaron otros". Y estoy del hígado. De verdad. Releer esas correcciones, alguna de ellas realmente infame, me pone de muy mala leche. En algunas, quizá intentaban cuadrar la métrica (intentando pensar muy bien de ellos), pero en otras, da la sensación de que ellos hubieran querido escribir eso, y lo que hacen es dar su toque. Y me revienta. Sobre todo porque van firmadas por mí.

Pero bueno... tomaré tila, morfina y un par de patxaranes, y corregiré todas las revistas que aún me quedan. Así no me llevo otra vez este sofocón cuando quiera volver a echar mano de ellas.

Lo malo es que les prohibí expresamente, cuando por este motivo básicamente dejé el grupo, publicar nada más mío... pero alguien de mi entorno se erigió en mi representante por su cuenta y riesgo, y me da que permitió y hasta alentó que sí publicaran, ocultándomelo, por supuesto.

Intentaré no pensar demasiado en ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y tú ¿qué opinas?