sábado, 26 de febrero de 2011

Depre

La semana pasada estuve en el reumatólogo, y me dio esperanzas... me dijo que por qué no podía volver a llevar vida normal... (Bueno, dijo que no quería darme esperanzas, pero decirme eso a mí es abrir las puertas del cielo)

El miércoles pasado, visto que la rehabilitación por la Seguridad Social va a ser una misión imposible, empecé las clases de pilates con máquinas con Leo. Son caras, pero todo el mundo dice que merece la pena.
Bueno, pues desde esa noche estoy hecha polvo. Llevaba unos días buenos, el mismo miércoles fue buenísimo, hasta llegué a pensar que podía probar a dar un paseo sin garrota en unos días. Pero en cuanto hice un poquito de ejercicio extra (a parte del stretching, sin el cual estoy segura de que sería un maniquí), en lugar de dar un pasito adelante, di 8 pasos atrás. Y ha vuelto el dolor agudo. Y sobre todo la desesperación: estaba viendo que, quizá, el milagro podía obrarse... pero no... Me ilusiono con demasiada facilidad, está visto. Con todo.

Además, dado mi estado, ayer suspendimos la clase de pilates, pero sí hice stretching. Me sentí fatal, muy inferior. Es algo que tengo bastante superado, pero... Bueno, supongo que ya iba algo depre y por tanto predispuesta a la tristeza, pero me dieron unas ganas de salir corriendo de allí... pero claro, no puedo. Esas 2 putas palabras: "NO PUEDO". Me tienen harta, y no sé bien cómo manejar esta situación. 


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