lunes, 11 de junio de 2012

Escenas de un matrimonio inminente

No, no me he vuelto tan loca como para volver a casarme.

Es que los de Sins entido han vuelto a tentarme, y a hacerme pasar un buen rato con un buen cómic.

Vi la publicidad de presentación de este cómic y me llamó la atención, me pareció simpático.
Cuando pasamos por su caseta en la Feria del Libro, eché la mano en cuanto lo vi... y no ha calentado demasiado la pila...

Después de la lectura, que me ha gustado y me ha hecho pasar buenos ratos (es lo que se espera con este tipo de publicaciones, de momento no quiero más honduras...) he intentado seguir la pista al autor, y miratú, otro cómic que me había pedido, "Rubia de verano", resulta ser también suyo. Así que pasa a la cabeza de mi carta a los Reyes Majos.

Son el tipo de cómic que me gusta: de dibujos sencillos, casi esquemáticos, en los que la expresividad cobra mucha importancia por la sencillez del resto de trazos.
Y con historias cotidianas, contadas desde la auto-caricatura muchas veces (por eso me gusta tanto, por ejemplo, Aude Picault).

A todos los que hemos pasado por la locura de preparar una boda nos harán gracia estas tiras, especialmente si las leemos a posteriori... En el follón, como todo es tan dramático y tan importante, probablemente alguien que lo lea quiera quemarlo, o tirárselo al contrario si se le ocurre reírse con él. Pero cuando pasa el mogollón, y desde cierta perspectiva, está bien ver reflejado en unas viñetas lo locos que nos volvemos con absolutas tonterías, lo mucho que nos hacen sufrir, y lo poco que, al final, importan. A quien no se haya casado, o no haya vivido los preparativo de una boda de cerca, probablemente le parecerá que los protagonistas son tontos. Pero es un proceso que te transforma. En monstruito. Y aún hay quien repite.
Virgen de la Macarena.

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