jueves, 10 de enero de 2013

Balance del año que ha terminado

...No es demasiado tarde, ¿no?

Ya sé que tendría que haberlo hecho hace unos días, pero estaba borracha de viaje.

De todas formas, tampoco hay tanto que "balancear": el año pasado terminó en positivo. Gané algunas cosas (poder adquisitivo, no... pero no todo es eso cuando, afortunadamente, se tiene para cubrir mínimos) y perdí otras. Pero hasta alguna de esas pérdidas han contado como suma, porque cuando pierdes algo que no merecía la pena, terminas ganando.
Así que me doy por satisfecha con 2012.

A este año nuevo le pido que sea, por lo menos, igual de bueno.

Que siga sumando mucho, restando poco (y cosas poco importantes) y sigamos manteniendo el tipo, que no es poco pedir.


Que lo bueno que ha venido se mantenga, y que lo malo que se ha ido, también se mantenga (lejos). Que lo que tenga que irse no valga la pena, y, por supuesto, algunas buenas lecturas, muchos buenos ratos, buena compañía y algún momento memorable (tampoco muchos, que ando justita de fósforo).

Que las personas a las que quiero no sufran (no demasiado al menos), y las demás, si es posible, tampoco.

Y por idealizar un poco (que me está quedando esto muy realista), que aprendamos de una vez por todas a compartir el planeta con los demás seres vivos que lo habitan (igual que nosotros).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y tú ¿qué opinas?